Marcas
Finca la Rosala

Actividades
·Frutos secos
·Mayoristas de Frutas y Hortalizas

Estimado amante de los frutos secos,

Mi nombre es Pedro Ciudad Imedio, fundador de “Finca La Rosala”, cuya firma creé a principios de 2.013 en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), un pueblecito pequeño en pleno corazón del Campo de Calatrava. Esta firma nace del fruto de dos casualidades: la primera, el heredar una finca de la madre de mi esposa, Finca La Rosala, idónea para el cultivo de la almendra y el pistacho, y la segunda, el amor que he profesado desde pequeño por los “panchitos”, nombre que se le da al cacahuete en nuestra provincia, que tostaba el ya difunto “Angelito”, cuya familia lleva tostando frutos secos desde principios del siglo XIX en un horno de leña ubicado en su tradicional pastelería.

Un día, después de ver que nadie seguía los pasos de este artista y viendo la posibilidad de que sus técnicas se perdieran para siempre, le pedí a “Angelito” que me enseñara sus técnicas y recetas de tueste, las cuáles me dejaron maravillado. En ese momento, comprendí que este secreto no podía caer en el olvido y que toda la sociedad debía de conocer, y disfrutar, del noveno arte de este anciano. Al principio, comencé a tostar en mi propia casa aplicando la técnica y consejos aprendidos, añadiendo un toque único e innovador en mis recetas y ampliando el abanico de frutos secos. Al mezclar estas tradicionales recetas con los nuevos aromas de hoy en día, surgen productos estrella como “Almendra Violeta” (seleccionada entre todas las novedades de la XXVIII edición del Salón de Gourmets), “Avellana con fresa” o “Pipa Pelada Picante”, a la misma vez que amplié la gama de frutos secos salados, como pistachos, pipas o nueces. Obteniendo una gama de frutos secos selectos con una filosofía tradicional, saludable e innovadora.

Elaborados según los conocimientos aprendidos de “Angelito” y con productos totalmente naturales (sales, azúcares de caña con aromas y pimentón de la vera). Actualmente tostamos y elaboramos de forma artesanal los frutos secos en una pequeña fábrica, cuya producción es limitada, lo cual le da aún más valor a nuestros frutos secos.