Este refractómetro de mano tiene doble escala las cuales miden tanto en el contenido de agua y como el Brix de miel.
- Precio económico
El refractómetro MASTER-HONEY/BX es un moderno medidor de humedad y de azúcar en miel con la calidad de ATAGO.
Su función de compensación automática de temperatura permite que las lecturas sean correctas para cada ocasión.
Su cuerpo es resistente al agua gracias a su protección IP65 y se trata de un refractómetro de fácil manejo y limpieza.
La medición del nivel de humedad de la miel es muy importante en apicultura y para el embalaje de mieles. Cualquier contenido exceso de humedad hará que la miel se estropee. No sólo se trata de un refractómetro de humedad necesario para garantizar la calidad de la miel, sino que también puede ayudar a maximizar los rendimientos de la miel. Un refractómetro permite una rotación más rápida de las colmenas, y por lo tanto, una extracción más eficiente de la miel.
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Especificaciones
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Refractómetro Humedad y Brix
de la Miel - Master HONEY/BX
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| Rango de medida |
Humedad en la Miel: de 12.0 a 30.0 %
Brix : 58.0 to 90.0%
(Compensación Automática de Temperatura)
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| Resolución |
0.2 % (contenido de agua en la miel)
Brix : 0.2%
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| Exactitud de medición |
Humedad en la Miel: ±0.2%
Brix : ±0.2%
(10 a 40°C)
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| Grado de protección |
IP 65. Protección al polvo y
chorros de agua.
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| Dimensiones / Peso |
32x34x168 mm. / 90 g.
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Humedad:
El contenido de agua de las mieles es una de las características más importantes porque determina su grado de conservación. La humedad de la miel puede aumentar durante su extracción y almacenamiento debido a sus propiedades higroscópicas. Este factor debe tomarse en cuenta en el almacenamiento; cuando el producto es almacenado a temperaturas bajas y en un ambiente húmedo, absorbe humedad y se diluye, lo cual provoca su fermentación. En caso contrario, cuando se almacena en un ambiente con poca humedad, la miel pierde agua, de modo que su cuerpo se vuelve más espeso. La cosecha de mieles no operculadas o inmaduras también ocasiona una humedad elevada en este producto, cuyo mayor inconveniente es el aumento en el riesgo de fermentación.
Control de calidad en mieles:
Las abejas recolectan néctares o meladas con humedades próximas al 60%. Luego las someten a un proceso de secado y trasformación que acaba en lo que conocemos como “mieles”, que tienen ya menos de un 18 % de humedad; es su forma de asegurarse la conservación de estas reservas.
Pero no siempre es posible: en primavera temprana o en otoño, cuando los días son cortos y la temperatura del aire es más baja, es difícil conseguir las calorías suficientes para evaporar el exceso de agua y, a veces, las mieles de estas épocas presentan humedades más altas que las de verano.
La humedad de la miel es un importante factor de conservación. Mieles con humedades superiores al 18 % corren riesgo de fermentación, sobre todo cuando comienza la cristalización y los azúcares solidificados por este proceso tienden a decantarse en el fondo de los envases, quedando arriba una parte con una humedad excesiva. Si queremos evitar ese riesgo, así como el de cristalizaciones con separaciones de fases, hemos de escoger las mieles con contenidos inferiores al 17,8 % para envasar, y poner las restantes en el circuito de las mieles.
