La autorización de una variedad de soja transgénica, la MON89788, para su importación, procesamiento y uso alimentario no consiguió ayer el respaldo unánime de los países de la Unión Europea (UE). El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, formado por expertos de los Veintisiete, no alcanzó una posición común, por lo que la Comisión Europea transmitirá ahora al Consejo de la UE la propuesta de aprobar esta variante, también conocida como ''RoundupReady2''.
Bruselas presentó la iniciativa a raíz de una solicitud enviada por la empresa de biotecnología alimentaria estadounidense Monsanto, así como de una evaluación favorable de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA, sus siglas en inglés), que examinó las preocupaciones que existían sobre su seguridad y determinó que no entrañaba ''ningún riesgo para la salud humana o animal o para el medio ambiente''. El Ejecutivo comunitario cree que la aceptación de esta variedad es importante para ayudar a prevenir la escasez de importaciones de soja de terceros países para la industria ganadera europea.
En el transcurso de la reunión del Comité, los Estados miembros dieron una opinión ni a favor ni en contra de la propuesta. Como resultado del encuentro, la Comisión Europea pasará el asunto al Consejo en busca de una decisión. Si este órgano tampoco llega a un acuerdo en el plazo de tres meses, la propuesta será enviada de vuelta al Ejecutivo comunitario, que entonces decidirá unilateralmente la aprobación de la citada soja.
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