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Industria láctea
Las industrias lácteas se resisten a un nuevo acuerdo con el Gobierno
Consideran que ''es de cumplimiento imposible'' pagarle a los tamberos un peso el litro de leche tal como quiere el Gobierno nacional quien les compraría el excedente de stock de leche en polvo y quesos.
15/10/2008 Agroparlamento
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Terminó la bonanza agropecuaria, y no sólo para el complejo sojero cuyos integrantes ahora buscan nuevas alternativas para agregarle valor -y rentabilidad- a una producción difícil de exportar a menos de 300 dólares la tonelada (cuando comenzó el paro agropecuario cotizaba 600 dólares por tonelada y subiendo).
La lechería también ingresó en un peligroso cono de sombras con un mercado interno deprimido que registró una caía de ventas de lácteos en setiembre del 8% con idéntica tendencia en octubre y noviembre y valores internacionales que pasaron de 5000 dólares la tonelada de leche en polvo en marzo a los actuales U$S 2.800 con tendencia a los U$S 2.300 por tonelada. ¿Qué hacer entonces?.
El Gobierno nacional, en pleno paro agropecuario, firmó con el sector industrial y algunas entidades de la producción lechera (desatando una fuerte interna en el sector gremial agropecuario lechero) un Acta Acuerdo por el cual las industrias se comprometían hasta setiembre a pagar $ 0,94 por litro de leche en tranquera, y el Estado a subsidiar a los tamberos con $ 0,10 para llegar a un precio ''en planchada'' de $ 1,04. La informalidad en el sector hizo que muchísimos tamberos no percibieran tales beneficios.
Hoy día el convenio feneció y las industrias (grandes y chicas) ya anunciaron que no pueden pagar más allá de $ 0,90 por litro (en el mejor de los casos) a sus productores por las causas antes apuntadas; es más, algunas industrias de la región, entre ellas una de primera línea por primera vez en su historia, están fraccionando el pago a sus tamberos.
Así las cosas, cundió la alarma entre los dirigentes gremiales lecheros Melchor Trossero y Roberto Socín y en las oficinas del todo terreno Guillermo Moreno, quien los llamó -junto a dirigentes de La Pampa- para pergeñar un nuevo acuerdo que prácticamente les exigiría a las industrias lo que consideran ''de cumplimiento imposible'': pagarle a los tamberos un peso el litro de leche a cambio de que el Estado compre el excedente de stock de leche en polvo y quesos.
Salvo Pascual Mastellone, el resto de las empresas lácteas del CIL (Centro Industria Lechera) y la Junta Intercooperativa marcaron de inmediato el número de teléfono del Gobierno para decirle que en esas condiciones no hay firma, y menos con ''compensaciones'' a las industrias cuando desde enero el Gobierno no paga las compensaciones a las empresas (salvo Mastellone). Un detalle: la idea de Moreno es firmar este miércoles; aunque la propia presidenta Cristina Fernández les advirtió a Moreno y Cheppi que ''en esas condiciones no se puede firmar nada''.
Las industrias se preguntan quién (en el Estado) va a administrar, fraccionar y distribuir el stock de leche en polvo y quesos que eventualmente les compre a las industrias que firmen el convenio, aunque por lo bajo admiten que enfrentarse con Moreno es sellar la suerte de los ROE (certificados de exportación) que discrecional y políticamente dirige el hombre de confianza de Néstor y Cristina. ¿Y el resto del sector, por ejemplo las PyMEs que están volcando al mercado quesos a bajos precios para poder subsistir?: ''seguirán desapareciendo'', opinó con sinceridad brutal un dirigente.
De todos modos, algo hay que hacer en materia de lechería porque el panorama es más oscuro de lo que muchos creen con tendencia a empeorar.
Pareciera ser que contrariamente a lo que profetiza Alfredo De Angeli sobre una eventual importación de leche en los años venideros, en estos momentos grandes empresas como Corlassa, Saputto dejaron de recibirle la producción a ''pooles'' lecheros de Ataliva, Humberto I, Villa Trinidad que deambulan desesperados por colocar la producción que, trágicamente ''para colmo de males'', aumentará con las oportunas lluvias de octubre. ¿Podrían estar peor esos productores que seguramente también alquilaron tierra para ''compensar'' con la soja?.
¿Fisuras en el frente agropecuario?
Señalábamos en esta columna que la Mesa de Enlace crujía ante el nuevo paro agropecuario debido a que algunos dirigentes veían en la medida un neto posicionamiento político de ciertos pares antes que la solución a la compleja problemática del sector.
Todo parece indicar que los que así opinaban, advirtiendo inclusive sobre el peligro de darle al Gobierno la reivindicación y revancha que espera desde aquel fatídico 17 de julio, podrían llegar a tener razón.
Las informaciones dicen que mientras la Federación Agraria y CRA cuestionaron las medidas anunciadas por el Gobierno y se mostraron escépticos a su implementación, el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, las apoyó y elogió el discurso de Cristina Kirchner.
Según el diario La Nación el Biolcatti (que estaba de acuerdo con el paro pero se asustó cuando Buzzi llevó a la reunión a piqueteros) expresó su agrado con los conceptos de la Presidenta; ''las medidas son un paso en el sentido correcto'', dijo el ruralista sorprendiendo a sus pares porque entre los anuncios del Gobierno no se incluyó el principal reclamo del campo -disminución de las retenciones-.
Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria Argentina (FAA), se mostró disconforme con la ayuda de 230 millones de pesos destinada a la sequía, indicando que ''es un monto insignificante; si se analizan las pérdidas no alcanza ni para la provincia de Santa Fe'', sostuvo. Y señaló que el campo le aportó al Gobierno casi 25 millones de dólares, en concepto de retenciones, en los últimos cinco años'', quejándose amargamente de que ''para los pequeños y medianos productores, para los que estuvieron en la ruta, no hubo ninguna medida. La Presidenta nos tiene sancionados'', se quejó el dirigente de FAA.