Con la creciente demanda de enólogos, las casas de estudios de Mendoza no dan abasto con la cantidad de postulantes que tiene la carrera. Los cursos cortos se multiplican.
Casi al mismo ritmo de crecimiento de la industria vitivinícola se incrementa el interés de quienes terminan el secundario por la Enología. En los últimos cuatro años la demanda por esta carrera está en alza, las bodegas buscan enólogos pero la cantidad de egresados todavía es baja.
''Hace cuatro años que abrimos la carrera. Para la Tecnicatura en Enología este año tuvimos 120 alumnos inscriptos a los que se les realiza un examen de admisión'', describió el director de la carrera de Enología de la Universidad Tecnológica Nacional, José Cohen.
Por su parte, Gladys Ranzuglia, decana de la Facultad Don Bosco, primera en impartir conocimientos de Enología en Mendoza, comentó que ''por suerte este año se ha mantenido el ritmo de crecimiento en cuanto a los postulantes a la carrera. Tuvimos 192 pre -inscriptos. Para ingresar solicitamos a los alumnos aprobar con el 60% como mínimo el temario de las evaluaciones de matemática y química. Este año sólo 89 alumnos cumplieron con este requerimiento''.
Es asombroso como año tras año crece la demanda, no sólo de graduados de las carreras sino de alumnos de los primeros años. Sólo por citar un ejemplo, la Facultad Don Bosco tiene una bolsa de trabajo donde los alumnos que quieran trabajar o realizar pasantías en bodegas pueden buscar allí, según datos suministrados por la decana para esta vendimia se han buscado hasta alumnos de los primeros años para la temporada de cosecha.
¿Una moda?
Varios personajes de historietas como Maitena o Diógenes, sólo por nombrar algunos, se han preguntado en su peculiar forma si este boom por estudiar Enología o en su versión más pequeña saber de vinos es una moda pasajera o si será que forma parte de una tendencia sostenida.
''Hay más interesados que el año pasado. Pero yo no lo llamaría moda. La Enología siempre ha tenido su atracción, es una carrera alternativa y hoy se presenta como una fuente laboral, ya que hay una alta demanda y permite una rápida inserción en el mundo laboral'', señaló Aurelio Sesto, decano de la Facultad de Enología de la Universidad Juan Agustín Maza. Además habló sobre la oferta de cursos y masters de vino: ''para mí es fantástico que la gente se interese, estudie y hable del vino. Habrán cursos de mayor o menor calidad pero la gente ya esta encaminada hacia el conocimiento sobre el mundo del vino''.
Las bodegas apuestan a la educación
Tal como en otras regiones vitivinícolas del mundo, también en nuestro país las empresas se interesan en hacer que los consumidores estén cada más embebidos en mundo del vino.
Una de las pioneras en esta tarea es Bodega Nieto Senetiner que inauguró su escuela de enófilos con el objetivo de educar a los consumidores y acercarlos al mundo del vino.
Pablo Menéndez, sommellier a cargo de la Escuela de Enófilos de esa firma, dijo desde Buenos Aires a FINCAS que ''observamos los casos de otras bodegas en el exterior, que estaban educando a los consumidores y se buscó desde Nieto Senetiner estar más en contacto con clientes y la gente que ama el vino''. Agregó que ''así ofrecemos todo tipo de cursos de todos los niveles de referencia de vino y también para los amantes del vino''.
Una de las ventajas que tiene esta escuela es que los grupos son pequeños, las clases personalizadas y que se puede acceder a cursos intensivos de duración de entre una semana y cuatro meses por un precio mucho menor que el de mercado. Menéndez dijo que ''la escuela es muy exitosa y en abril se inaugurará una nueva casa Nieto Senetiner en San Pablo para seguir extendiendo la cultura del vino''.
¡Plazo de matrículación abierto!