Baja de hasta 20% en la producción en los blancos de zonas costeras y casi dos semanas de retraso caracterizan el inicio de la cosecha vinífera de 2008.
Nada que ver con el año pasado. La vendimia 2008 comenzó mostrando que tiene una personalidad propia. Si la cosecha de uva vinífera de 2007 tuvo un inicio tempranero, la partida de este año fue bastante remolona, sobre todo en los valles costeros.
Sin embargo, las diferencias no terminan ahí. Tanto en uvas blancas como en tintas, hay una tendencia a obtener calibres más pequeños que el año pasado. De hecho, y aunque hasta el minuto sólo están en la cubas de fermentación los sauvignon blanc, la apuesta del sector es que este año los vinos tenderán hacia un carácter más concentrado.
Eso sí, hasta ahora los niveles de azúcar de las uvas parecen ser similares o menores que el año anterior. Una buena tendencia, pues permitiría evitar que los vinos se ''escapen'' en cuanto a grados alcohólicos, una de las grandes críticas de los consumidores internacionales a los vinos chilenos.
Retraso costero, valles a tiempo
El duro invierno y las bajas temperaturas primaverales demoraron la brotación de las parras por casi un mes. Fueron los calores veraniegos los que ayudaron a apurar el tranco, especialmente en los valles interiores, como Maipo o Colchagua. Sin embargo, en zonas de clima más frío, como los valles costeros la demora varió entre 10 y 20 días.
¿Qué efecto puede tener en los futuros vinos esa demora? Principalmente, que habrá una mayor tendencia a obtener mejor expresión de fruta, evitando las notas verdes que se vieron en una parte de los vinos blancos de 2007.
Baja producción y vinos más concentrados
Desde el punto de vista económico es complicado, pero desde una óptica enológica resulta interesante. La vendimia 2008 presenta la tendencia a una menor producción por parras.
Esto se debe a racimos con menos bayas. Además, éstas presentan diámetros ligeramente menores a otros años. La explicación está en el menor vigor de las plantas por la sequía y el estrés del calor veraniego.
Para los enólogos eso significa la posibilidad de obtener vinos más concentrados, sin embargo, para los productores la caída en la producción significa menos pesos en el bolsillo.
El merlot con problemas
Claramente, no es una novedad que el merlot presente problemas de deshidratación en Chile. Sin embargo, lo que es distinto es la envergadura que tomó el problema este año.
Nuevamente, el villano fue la sequía que afecta al país. Esta situación climática desnudó totalmente los conflictos que vive esta cepa en el secano de Colchagua y Maule.
Un llamado de alerta para mejorar las prácticas de crecimiento de raíces y manejo de la cantidad de hojas por parra, dos de las principales variables que causan este problema.
''Esperamos que los sauvignon blanc revelen aromas en forma normal, más cargados de tioles, frutos exóticos. En el pinot noir, se ve una leve menor producción y una calidad de buena a muy buena. Estamos muy expectantes por lo que significa para los pinot del Nuevo Mundo''.
Esta es una vendimia desafiante. Los racimos tienden a ser más cortos, ello provoca poca uniformidad. Sin embargo, las bayas son más pequeñas, lo que permite apuntar a vinos más concentrados.
En Colchagua los cabernet sauvignon vienen adelantados casi una semana y vienen interesantes. En términos de país, se han detectados algunos problemas sanitarios en las uvas para vinos varietales.
¡Plazo de matrículación abierto!