El significativo aumento de las importaciones que,desde el año 2000 se han elevado un 31%, están teniendo su reflejo en las bajas cotizaciones de este producto en el campo.
Sin embargo, los bajos precios en origen no están llegando a los consumidores. Mientras que el precio pagado al productor ha caído hasta los 0,17 €/ kg, en el punto final de venta el precio de un kilo de patatas se eleva hasta los 0,79 €/, un margen comercial por encima del 350%.
Madrid, 1 de abril 08. Los productores de patata españoles atraviesan una crisis de precios en la presente campaña que no está teniendo su reflejo en los precios finales de este producto en los lineales de las grandes superficies. Mientras que el precio pagado en origen ha caído hasta los 0,17 €/ kg, en el punto final de venta el precio de un kilo de patatas se eleva hasta los 0,79 €/, un margen comercial por encima del 350%. En zonas del norte de Castilla y León las cotizaciones en origen han caído hasta los 0,06 euros mientras que en el día de ayer podíamos encontrar un kilo de patatas por encima de los 2 euros en grandes superficies como el Corte Inglés.
La caída de los precios en el campo obedece principalmente al aumento de las importaciones que, desde el año 2000, han experimentado un aumento del 31%, llegando en 2007 a superar las 742.000 TM, (el 50% procedente de Francia). Este hecho, unido a la preferencia de los operadores comerciales por la patata importada lavada, de igual calidad que la española pero con un aspecto exterior más atractivo, ha influido de forma decisiva en el desplome de los precios percibidos por los cultivadores.
Los primeros efectos de esta situación los encontramos en los niveles de siembra de 2007. Según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, la superficie de patata sembrada a nivel nacional fue de unas 89.000 ha, un 46 % menos si nos remontamos al año 2000 (130.000 ha). El fuerte aumento de los costes de producción (gasóleo, fertilizantes, semillas, etc..), la mayor cantidad de tierras dedicadas al cultivo de cereal y la escasez de agua para riego también han influido en la renuncia de gran parte de los agricultores al cultivo del popular tubérculo.
En palabras de Alberto Duque, responsable estatal del sector de la patata en COAG, “la suma de estos factores está abocando al sector productivo patatero en España a la desaparición, lo cual provocará la dependencia de otros países y, por consiguiente, que los consumidores paguen precios más altos por un alimento tan básico en nuestra dieta”.
Desde COAG se ha solicitado a la Administración una información más clara y fácilmente identificable sobre el origen de la producción en la patata en los puntos de venta para potenciar el consumo de nuestras producciones y campañas de promoción en donde se ponga en valor la calidad de la patata autóctona sobre las importadas.
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