Los resultados de los niveles de plaguicidas en los vinos, publicados a finales de marzo por FALDÓN Europa y MDGRF, dieron como resultado que los viticultores convencionales llegan a concentraciones que van hasta 5 800 veces el límite autorizado en el agua potable.
Los viticultores biológicos proponen que se fije rápidamente los límites máximos de los plaguicidas drásticos para los vinos, con el fin de proteger a los consumidores de cócteles de residuos de efectos poco conocidos, y de informarles.
Con un 20% de pesticidas utilizados por solamente el 3% de la superficie agrícola útil, la viticultura convencional tiene ciertos márgenes de maniobra importantes para reducir ese porcentaje.
Hoy en día, la demanda de los vinos biológicos está en gran crecimiento, al igual que toda la agricultura ecológica. Las ventajas de estos productos para los consumidores radican en ser productos más seguros para la salud porque no tienen residuos de plaguicidas y son cultivados bajo normas ambientales.
¡Plazo de matrículación abierto!