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Precios alimentos
El alza del precio de los alimentos impacta fuertemente en América Latina y el Caribe
30ª Conferencia Regional de la FAO analiza la situación
16/04/2008 Fao
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El problema del aumento de los precios de los productos básicos y su repercusión en la seguridad alimentaria está siendo analizado en la 30ª Conferencia Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El encuentro que se lleva a cabo entre el 14 y el 18 de abril de 2008 en Brasilia, Brasil, es la principal instancia de debate oficial entre los 33 países que integran la Organización en la región.
El Director General de la FAO, Jacques Diouf, quien participará en la sesión inaugural de la Conferencia junto al Presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, afirmó que ''el alza de los precios de los alimentos puede aumentar el hambre, aunque dicha alza también podría beneficiar a millones de pequeños agricultores, hombres y mujeres, que producen alimentos para su consumo propio y venta en los mercados locales. Para aprovechar las oportunidades se precisan políticas consistentes y sostenibles, e inversiones en capital humano, infraestructura rural y otros bienes públicos.''
Por su parte, el Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva, al referirse al alza de los alimentos afirmó que ''el desafío es apoyar a los pequeños agricultores a producir más y mejor, fortaleciendo al mismo tiempo su seguridad alimentaria y aumentando sus ingresos. Si lo logramos, podemos avanzar en la disminución de la pobreza extrema rural en la Región, que afecta a unos 36 millones de personas en el campo, o sea, un 30 por ciento de la población rural''.
La Conferencia Regional ofrece un foro neutral a los Ministros de Agricultura, Ganadería, Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente, Desarrollo Rural, Recursos Naturales y otros altos funcionarios y especialistas gubernamentales para que puedan analizar los desafíos que enfrenta la Región. El Secretario de la Conferencia Regional, Carlos Carneiro, informó que ''además del tema del alza de los precios de los alimentos, se discutirá una amplia gama de temas, entre los que resaltan las oportunidades y desafíos de la bioenergía para la seguridad alimentaria y el medio ambiente de la Región, el manejo y control de las enfermedades transfronterizas, la acción conjunta entre actores públicos y privados en el desarrollo rural y la lucha contra el hambre''.
Riesgos y oportunidades de la bioenergía
El principal problema para la seguridad alimentaria en la Región es el acceso a los alimentos, en circunstancias de que la oferta de calorías diarias por persona supera en un 30 por ciento las necesidades alimentarias mínimas de toda la población. En el corto plazo es muy probable que la rápida expansión de la producción de biocombustibles a nivel mundial tenga efectos importantes en el sector agrícola de América Latina y el Caribe. Esto puede ocasionar cambios en la demanda, en el comercio exterior, en la asignación de insumos productivos (tierra, agua, capital, etc.), y finalmente un aumento en los precios de los cultivos energéticos y tradicionales, poniendo en riesgo el acceso de los sectores más pobres a los alimentos.
La bioenergía presenta oportunidades y riesgos a la seguridad alimentaria y el medio ambiente en los países de América Latina y el Caribe. Las oportunidades están en la posibilidad de generar más empleos, mayores ingresos e incluir la agricultura familiar en el esfuerzo por responder a la creciente demanda por biodiesel y etanol. Sin embargo, la bioenergía sólo traerá beneficios si su producción se hace respetando el medio ambiente y tomando en consideración las distintas realidades de cada país, razón por la cual la FAO afirma que es indispensable implementar un conjunto de políticas que puedan disminuir los riesgos y contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de los biocombustibles. Les corresponde a los gobiernos crear políticas y mecanismos de apoyo adecuados (financieros, tecnológicos, organizacionales, etc.) que garanticen y promuevan el acceso a los alimentos a los sectores más vulnerables.
América Latina y el Caribe sin Hambre
Con el fin de posicionar el hambre en las agendas nacionales, la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre fue lanzada en 2005. Ella cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y coloca el énfasis en la implementación de políticas públicas de mediano y largo plazo, y en la colaboración entre países para combatir el hambre. Al mismo tiempo, busca reforzar las políticas y las iniciativas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, proponiendo una meta aún más ambiciosa: la completa erradicación del hambre en la Región. Sus tres grandes objetivos, sensibilización, capacitación y monitoreo de la situación alimentaria en América Latina y el Caribe, contribuyen a un mejor entendimiento de la urgencia del problema del hambre en la Región y establecen que la erradicación de este flagelo no es sólo una obligación ética sino una meta posible.
Entre los periodos de 1990-1992 y 2002-2004, el porcentaje de la población subnutrida en América Latina y el Caribe bajó del 13% al 10%, lo que significa que más de siete millones de personas dejaron de vivir con hambre. Asimismo, ese flagelo aún azota a 52,4 millones de personas que permanecen subnutridas en la Región, nueve millones de las cuales son niñas y niños menores de cinco años de edad. Dentro del esfuerzo por erradicar el hambre en toda América Latina y el Caribe, se propuso la meta intermedia de erradicar la desnutrición crónica infantil hasta 2015.
Concretamente, el proyecto de FAO que apoya a la Iniciativa ha contribuido al desarrollo de las leyes de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Ecuador y Guatemala, además de estar apoyando el diseño de nuevas leyes en Bolivia, Haití, México, Panamá, Paraguay y Perú.