El director de Industrias Agroalimentarias anima a las denominaciones de origen a dar a conocer sus productos bajo una marca única andaluza
El desarrollo de estudios, dictámenes e investigaciones elaborados a través de la Fundación Aceite y Salud avalan las características positivas del aceite de oliva para la salud, de ahí que estas excelencias saludables deban convertirse en una herramienta para su comercialización y su afianzamiento en los mercados nacionales e internacionales, según ha puesto de manifiesto el director general de Industrias y Calidad Agroalimentaria, Ricardo Domínguez, durante la apertura de las Jornadas Técnicas Aceite: Mercado, futuro y salud''.
El objetivo de esta estrategia es que las empresas mencionen estos valores en el etiquetado de sus productos y, de esta forma, destaquen sobre sus contendientes en un mercado cada vez más competitivo ''donde la diferencia por la calidad es fundamental'', dijo. En esta línea, recordó la apuesta que desde el Gobierno andaluz se viene desarrollando por las denominaciones de calidad reconocidas en el marco europeo y por el distintivo Calidad Certificada como sello de confianza hacia el consumidor de una calidad diferencia.
Para Domínguez, ''el sector ha de ser el responsable de que su producto sea conocido y valorado por los consumidores'', por lo que les animó a estudiar las posibilidades y las ventajas que ofrecería dar a conocer conjuntamente --y bajo una marca única-- las denominaciones de origen del aceite de oliva de Andalucía fuera de la Unión Europea.
Ricardo Domínguez ofreció algunos datos sobre el sector del aceite de oliva en Andalucía y recordó que en nuestra comunidad autónoma la industria agroalimentaria es ''un pilar básico para el futuro de su agricultura'', el sector supone el 85 por ciento de la producción española, siendo España el primer productor mundial de aceite. El peso de la actividad oleícola queda manifiesta, añadió, por el elevado número de industrias autorizadas que oscila en torno a las 1.000 almazaras, así como por la producción de aceite de oliva, que en determinadas campañas supera el millón de toneladas.
Destacó además que el olivar genera en torno a 2.500 millones de euros de facturación al año y como rasgo distintivo dijo que ''en el sector del aceite es digna de mención su clara vocación exportadora, que lo sitúa como el principal producto agroalimentario andaluz exportado''.
Aparte de los datos económicos, Ricardo Domínguez prestó especial atención al aceite de oliva y al olivar en otros aspectos de carácter social, cultural o gastronómico, como el hecho de que el sector de grasas y aceites ocupe a unas 7.000 personas --en torno al 13% del total de agroindustria-- y donde se contabilizan más de 250.000 olivareros --más del 30% del empleo agrario andaluz--. En lo que respecta a la organización del sector en Andalucía, indicó que ''el olivar y las cooperativas son parte fundamental de la economía de Andalucía, la mitad de las almazaras autorizadas son cooperativas''.
En opinión de Domínguez, estos datos avalan las políticas que se han puesto en marcha desde el Gobierno andaluz ''para proporcionar los medios adecuados de formación, innovación, modernización de empresas agroalimentarias, apoyo a la fusión, implantación de sistemas de calidad y potenciación de entidades asociativas'' de un sector de relevada importancia socioeconómica para Andalucía.
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