Conseguir fresas con un mayor contenido en sacarosa, mejorando así las propiedades organolépticas de estos frutos. Con este objetivo, científicos de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ), en Granada, han puesto en marcha una investigación que desvelará las claves que favorecen una síntesis de sacarosa en detrimento de la de almidón a través de la regulación de la unión de azúcares en las plantas de las fresas.
La sacarosa es el azúcar soluble mayoritariamente transportado a distintas partes de las plantas a través de su sistema vascular. Y la cantidad existente en cada uno de los organismos vegetales tiene una especial importancia debido al sabor que puede conferir a los frutos.
Desde hace varios años, el grupo de investigación del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Celular de Plantas del EEZ, centro perteneciente al CSIC, estudia dos enzimas, denominadas Fructosa-1,6-bifosfatasa (FBPasa) cloroplastídica y FBPasa citosólica. La primera interviene en el proceso de síntesis de almidón en el cloroplasto, mientras que la segunda forma parte de la ruta de producción de sacarosa.
Estos expertos han demostrado que la disminución controlada de la enzima cloroplastídica en plantas transgénicas de ''Arabidopsis thaliana'' -la primera planta cuyo genoma fue secuenciado al completo- produce un incremento del contenido de sacarosa.
Actualmente, están evaluando el papel real de esas enzimas en el metabolismo del carbono de plantas de fresa (''Fragaria ananassae'') y, especialmente, cómo intervendrían en la modificación del contenido de azúcar durante el proceso de maduración del fruto.
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