El número dos de Coninagro admitió que la reunión de Gioino y Sancor con el Gobierno ''seguramente no cayó bien'' en la entidad ni entre los otros representantes del agro. Y dijo que espera que si hay una nueva medida de fuerza, tenga ''otros métodos'' que la de marzo.
El vicepresidente de Coninagro, Carlos Garetto, reconoció que la reunión que mantuvieron el presidente de la entidad, Fernando Gioino, y directivos de SanCor con el Gobierno ''seguramente no cayó bien en los sectores internos'' ni en los otros representantes del campo. Además de admitir así la existencia de cuestionamientos a Gioino -que ayer se recluyó en su campo de San Francisco-, Garetto llamó a que una eventual nueva protesta use ''otros métodos'' que los de la huelga de 21 días levantada a principios de mes.
El titular de Coninagro asistió antenoche junto a directivos de SanCor a la Casa de Gobierno para ratificar que se mantendrán los precios de góndola de la leche, un compromiso que habría disgustado a varios productores. Muchas versiones daban cuenta de presiones por parte del Ejecutivo sobre la compañía: que no cobraría unos $60 millones que le deben por compensaciones ni recibiría dinero fresco por sus exportaciones a Venezuela. Del otro lado, corrieron rumores sobre el análisis de un posible boicot de tamberos a la empresa láctea. Ninguno fue confirmado oficialmente.
Las críticas a Gioino llegan mientras siguen estancadas las negociaciones entre el campo y el Gobierno, a ocho días de que concluya la tregua anunciada por las entidades cuando levantaron el paro. Y en el medio, se conoció una citación judicial en la que dirigentes agrarios atribuyeron un papel importante al Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a quien acusaron de hacer ''aprietes políticos''.
En declaraciones radiales, tanto Garetto como dirigentes de otras agrupaciones volvieron a cuestionar la figura del polémico funcionario al tiempo que resaltaron la presuntamente diferente actitud del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en la negociación, en una postura que busca de forma evidente mantener una línea de diálogo mientras se sostienen las críticas a Moreno.
Pero el vice de Coninagro, además, se manifestó hoy especialmente conciliador. Mientras la mayor parte de los dirigentes suelen advertir sobre la probabilidad de un nuevo paro si el agro no ve resueltos algunos de sus planteos para el 2 de mayo, Garetto sostuvo que esa ''es una fecha que las bases pusieron para hacer una evaluación de la negociación'' pero no necesariamente para interrumpirla. Y, además, se dijo esperanzado en que no tengan que llegar ''a ninguna medida de fuerza, y menos a una de la magnitud y la manera en que se había planteado'' la anterior.
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