A diferencia del Gobierno de la Argentina, Lula intenta estimular la producción de productos
El problema de ambos países es similar: la inflación de alimentos impacta en la población y castiga con mucha fuerza a los sectores de menores recursos. Sin embargo, las soluciones son diferentes.
La manera que encontró el gobierno brasileño para frenar las subas es lanzar un programa para estimular el incremento de la producción de ''alimentos sensibles'' con el propósito de frenar el aumento de precios sin reducir las exportaciones.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, reveló que ''el gobierno está preparando un programa de estímulo a la producción agrícola para el consumo interno y para exportar'' informó hoy la prensa local y que reprodujo la agencia Ansa.
El plan contempla la implementación de líneas de crédito blandos y se garantizará a los productores el pago de precios mínimos garantizado por el Estado.
''En vez de sufrir los efectos de la crisis de alimentos debemos sacar ventaja, Brasil es el país que más puede aumentar la oferta de esos productos'', dijo Mantega tras reunirse con los ministros Reinhold Stephanes, de Agricultura y Guilherme Cassel, de Desarrollo Agrario.
Mantega responsabilizó al alza de los alimentos por el aumento del 0,48 por ciento de la inflación en marzo y del 4,7 por ciento en los últimos 12 meses.
Stephanes dijo que se fomentará la producción de alimentos ''sensibles'' como trigo, maíz, frijol, leche y carne.
En la Argentina, el problema de la suba de precios de los alimentos también es observado por los analistas como prioritarios a resolver. Sin embargo, el Gobierno, más allá de los infructuosos controles de precios, aún no tiene un plan para mitigar la suba.
Conflicto agropecuario. Uno de los ejes del conflicto con el campo está vinculado con el alza de precios internacionales de los alimentos.
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Ricardo Buryaile, reclamó hoy al Gobierno que explique ''cómo harán los productores'' para ''aprovechar'' la mayor demanda mundial de alimentos.
''Buscamos en todo este tiempo tratar de encauzar la protesta, que es legítima, hacia un sentido constructivo, que el Gobierno vea que no es un problema de dirigentes'', señaló Buryaile a radio Continental.
Un día antes de que venza la tregua entre el Gobierno y el campo por el conflicto generado por las retenciones a las exportaciones, el dirigente de CRA fijó la postura del sector: ''Los productores queremos saber cómo vamos a hacer para aprovechar la fenomenal circunstancia que presenta el mundo'' con aumento de precios de los granos a raíz de la mayor demanda generada por China y la India.
''No puede ser tomado como una mala noticia que valgan (más) los productos del sector agropecuario. El problema alimenticio es mundial y tiene que ver con el crecimiento de China y la India, pero tenemos cerradas las exportaciones y tenemos retenciones'', se quejó el dirigente.
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