Frente a la crisis global de alimentos que ya golpea al país, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) empezará a vender arroz barato desde mayo y luego prevé hacer lo mismo con el trigo, el maíz y la soya.
En la compañía informaron que la comercialización del producto se realizará por kilos, arroba y quintales en puntos de venta fijos a cargo de la misma entidad, ubicados inicialmente en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba.
El costo del alimento aún está por definirse y será anunciado un día antes de su venta, pero se adelantó que será competitivo con el resto de la industria.
El Gobierno, a través de Emapa, impulsó la producción de esos alimentos, que son los más deficitarios en el país, con el fin de garantizar la soberanía y la seguridad alimentaria, frente a la especulación de costos generada el año pasado por efectos de los fenómenos climáticos en los cultivos agrícolas.
En 2007, el quintal de arroz sobrepasó los 350 bolivianos, luego bajó a 250 debido a que el Gobierno importó el producto. La medida tuvo efecto hasta hace dos semanas, cuando el precio otra vez subió a 370 debido al alza mundial de los alimentos.
Para fomentar la entrega de semillas, el Gobierno desembolsó inicialmente 100 millones de dólares y el fin de semana, aprobó otro desembolso de 80 millones adicionales.
Emapa aún no estableció cuánto de arroz pondrá en el mercado porque todavía acopia los frutos de las 6 mil hectáreas cultivadas el año pasado por organizaciones de pequeños productores de 24 provincias, ubicadas en Santa Cruz, Cochabamba, Beni, Tarija, Chuquisaca y Potosí.
Según los datos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el rendimiento promedio nacional de una hectárea es de 2,8 toneladas de arroz. Si se aplica el cálculo a la superficie anterior, se obtiene que se cosecharán al menos 16.800 toneladas.
Los reportes de la organización agropecuaria dan cuenta que el consumo anual nacional de arroz asciende a 350 mil toneladas; 35 kilos por persona.
En Emapa informaron que se pondrá al mercado no sólo la cosecha de los productores que recibieron las semillas, sino también de otros que venden sus productos al Estado.
La empresa estatal apoya a pequeños productores entregándoles grandes volúmenes de semilla certificada o básica y fertilizantes, en función a sus
requerimientos. Después, firman contratos individuales, por los cuales las personas se comprometen a vender su producción al Estado. Cuando llega la época de cosecha, devuelven el costo de la semilla a Emapa, pero no lo hacen en dinero, sino con grano cultivado, calculado a costo de mercado. Hay siete mil beneficiarios a la fecha.
Se conoció que el negocio no tendrá ninguna subvención.
El alimento pasa a la planta de procesamiento que la empresa tiene en la localidad de Yapacaní (Santa Cruz).
A la fecha existenmás de 7 mil beneficiarios en el país.
¡Plazo de matrículación abierto!