Más de una quinta parte de los adolescentes europeos padecen sobrepeso u obesidad, y pocos son los que siguen las recomendaciones de alimentación sobre el consumo de fruta y verduras. Estas son sólo dos de las conclusiones del proyecto HELENA (''Healthy lifestyle in Europe by nutrition in adolescence''), financiado con fondos comunitarios.
La adolescencia es un período fundamental para establecer hábitos permanentes, saludables o de otro tipo. El número de niños con sobrepeso u obesos en la UE aumenta en 400.000 al año, y si estos niños y niñas arrastran sus malos hábitos a la edad adulta, estarán en riesgo de sufrir diversos problemas de salud, como enfermedades cardiacas, diabetes y enfermedades respiratorias.
El objetivo del proyecto HELENA era estudiar los hábitos de los jóvenes de entre 13 y 17 años en diez países europeos (Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, España, Suecia y Reino Unido). Los socios del proyecto presentaron sus primeras conclusiones en un simposio celebrado en Granada, España, el 21 y 22 de abril.
''El estudio HELENA nos ofrece la imagen más completa jamás reunida en Europa de la conducta y el estado nutricional, así como el estado de forma y los patrones de actividad física de 3.000 adolescentes de entre 13 y 17 años'', explicó el coordinador del proyecto, el profesor Luis Moreno, de la Universidad de Zaragoza (España). ''Es la primera vez que obtenemos una imagen fiable de la situación, analizada con una metodología común en los diez países de la UE. Estos datos nos permitirán formular recomendaciones efectivas para el futuro''.
Los resultados revelaron que entre los adolescentes de los países estudiados, aproximadamente el 27% de los chicos y el 20% de las chicas sufren sobrepeso u obesidad. Una de las razones podría ser la falta de ejercicio físico: solamente el 58% de los chicos y apenas el 31% de las chicas dedican en total 60 minutos al día a alguna actividad física ''moderada a fuerte''.
Además, aunque el 62% de las chicas demostraron tener buenos conocimientos de los principios nutricionales, parece que pocas son las que los ponen en práctica. Uno de los descubrimientos más sorprendentes del proyecto es que sólo el 13% de los adolescentes comen al menos 200 g de verdura al día, y que el 16% comen al menos dos piezas de fruta al día. Para la mitad de los adolescentes estudiados, en cambio, la grasa representa más del 35% del consumo energético total.
Sin embargo, el proyecto HELENA no sólo se centró en el problema. También diseñó herramientas para promover un estilo de vida saludable y comprobó el impacto de estas herramientas en el comportamiento de los adolescentes. Los estudios demostraron que las intervenciones por ordenador durante tres meses lograron mejorar la alimentación (sobre todo en lo que se refiere al consumo de agua, fibra y verduras), así como la conducta relativa al ejercicio físico.
Los socios del proyecto también colaboran estrechamente con empresas para crear tentempiés saludables que puedan ser atractivos para los adolescentes. La barra de cereales, la hamburguesa de bajo contenido en grasa y la bebida con cereales integrales que se han desarrollado en el proyecto serán compartidos con la industria de la alimentación
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