El 71,7% de los niños y adolescentes suman la merienda a las tres comidas que realiza al día casi la totalidad de los adultos andaluces
Picar entre horas es una tendencia propia de la población con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años. Ésta es una de las conclusiones de la Encuesta Nutricional de Andalucía encargada por el Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea (IEAMED), entidad adscrita a la Consejería de Agricultura y Pesca, a la sociedad SIGMA DOS. El sondeo, basado en más de 9.500 entrevistas, pone de relieve también cómo a medida que el ciudadano envejece es menos frecuente este hábito que favorece la aparición de problemas de obesidad.
En este punto, en el marco de la comparativa entre el grupo de adultos y el de niños y adolescentes, la encuesta refleja que tomar algo entre horas es más frecuente entre estos últimos. El 14,2% de los menores pica de manera rutinaria y el 33,9% lo hace en ocasiones. En cambio, sólo el 9,2% de la población andaluza mayor de 18 años ingiere con frecuencia alimentos entre horas y el 27,1% realiza esta práctica a veces. El 63,7% de los adultos asegura que no pica nunca, un porcentaje que, en el caso de los niños y adolescentes, se ve reducido al 51,3%.
El estudio desvela también que la mayor parte de los andaluces, en torno al 94%, respeta tres comidas diarias: desayuno, almuerzo y cena. La merienda, un hábito que se salta el 65,1% de los adultos (el 39,15, siempre y el 26%, con frecuencia), sí es realizada, en cambio, por el 71,7% de los niños y adolescentes con edades que oscilan entre los 8 y los 17 años. Este promedio se acentúa más si se toma como referencia sólo a los menores de 13 años. El 84% de ellos reconoce la ingesta cotidiana de este aperitivo que emerge, en consecuencia, como la cuarta ocasión en la que los escolares se sientan a la mesa.
Otra diferencia entre adultos y menores se da en la inclinación a probar algún bocado nada más levantarse o antes de dormir. Mientras que el 24,8% de los mayores toma algo a primera hora de la mañana, antes del desayuno, una costumbre que sólo manifiesta el 21,2% de los niños y adolescentes, el 18,2% de estos últimos consume algún alimento en los momentos previos a marcharse a la cama, un fenómeno que sólo se detecta en el 13,9% de los adultos.
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