¿Tiempos fáciles o catastróficos? ¿Cifras reales o mentirosas? ¿Muchas risas o llantos? En realidad una mezcla de todo, ya que el sector vitivinícola terminó con las exportaciones por las nubes, con alrededor de un 30% más que en el año 2006, pero porque no decirlo, con un dólar más bajo que igual les permitió a las grandes empresas exportadoras de vinos, terminar un año muy bueno, a diferencias de muchas medianas y pequeñas que terminaron un año para olvidar.
Bueno el 2007 es pasado, por lo cual hay que mirar el futuro y ojalá este nos depare mas bienestar en todo el sector, pero ¡cuidado!, fíjense en lo que esta sucediendo hoy día, que es algo que en la historia del vino chileno nunca antes había sucedido. Veamos.
Las exportaciones y el consumo nacional llegaron alrededor de los 850 millones de litros, por lo cual es claro que en enero de este año, el stock de vinos fue menor que a igual fecha del año pasado. Por otro lado en enero las exportaciones aumentaron un 25% respecto al mismo mes del 2007, al igual que Marzo que terminó con cifras al alza. Por otro lado, la vendimia empezó con 8 a 14 días de retraso según el área geográfica de las plantaciones de viñedos, mostrando una leve caída en la producción de variedades Sauvignon blanc y Chardonnay (se comenta entre un 7 a un 9% menos), en tintos es prematuro enunciar algo, pero sí es posible ver que hay ''corredura'' en algunas variedades, lo que traerá como consecuencia menor número de bayas en los racimos y por ende menor peso y producción.
Hoy sabemos que estamos sufriendo una sequía muy grande, que ha afectado fuertemente a miles de hectáreas plantadas con Vitis Vinífera que no han podido ser regadas de acuerdo a las necesidades de las vides y claro, no me refiero a aquellos que tienen riego tecnificado, sino muy por lo contrario a esos productores que por una u otra razón, no lo tienen y que sin duda tendrá un efecto negativo en la producción de este año. Ahora los que tienen riego tecnificado y que se proveen de agua de pozos profundos, han visto subir fuertemente sus costos.
Si a lo anterior le sumamos el tipo de cambio que sigue cayendo como piedra y que honestamente creo que nadie sabe donde llegará (no olvidar que los especialistas en la materia en diciembre pasado ponían las manos al fuego diciendo que en el peor escenario, se llegará a $ 465 por unidad americana), el futuro no se ve muy positivo para la gran mayoría de la industria, que ha tenido que pagar mayores precios en insumos y mano de obra, en desmedro de sus arcas ya vacías.
Parece que todo se conjuga para que el sector no se afirme en forma definitiva. Yo sin ser especialista, trataría de convencer a las autoridades económicas que fijaran un piso en el valor del tipo de cambio, por ejemplo y solo es un ejemplo, $500 por cada dólar y así todos los actores sabrían que tienen que hacer sus presupuestos, inversiones o proyectos, en base a algo que es real y no como sucede hoy día, que nadie puede dormir tranquilo, ya que al parecer el tipo de cambio es incontrolable.
Finalmente, el peor escenario es que a la industria del vino le sucediera lo que aconteció en Australia, país que perdió un 30% de sus estanterías en el mundo, por haber sido afectado no por el tipo de cambio sino, por la sequía. No vaya a suceder que Chile siga exportando durante este año a tasas de dos dígitos, que la producción baje, que la sequía afecte las futuras producciones, que el tipo de cambio haga quebrar a muchos productores y elaboradores, en fin que todo desemboque en tener demanda y no poder satisfacerla.
¡Plazo de matrículación abierto!
