Esta cifra por demás de alarmante se compone de leche cruda que está parada por distintos piquetes y por la imposibilidad de sacar los productos frescos de las plantas. Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos son las principales cuencas lecheras del país y por lo tanto son las provincias más afectadas por la situación, que de no solucionarse en breve podría llevar a un desabastecimiento masivo de lácteos.
La preocupación está afectando a tanto a industriales como a tamberos, que observan como se derrama la producción.
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