En Uruguay logran un 75% del precio de venta al consumidor mientras los argentinos tienen que conformarse con hasta el 49%. La semana pasada se supo que el Gobierno estudia un esquema para que los productores cobren más.
Así como la imagen de la leche derramada en las rutas impregna la retina y enardece con total lógica al sentido común de la opinión pública, analizar las políticas y las prácticas de la cadena láctea argentina dispara la reflexión. Según un estudio de la Asociación de Productores de Leche (APL), mientras los tamberos locales cobran u$s 0,26 por litro de leche, sus pares uruguayos se quedan con u$s 0,40, es decir, un 35% más, sobre un valor de venta al consumidor análogo al local. Partiendo de un precio conservador, de un litro de leche en sachet que el consumidor paga u$s 0,53 tanto en la Argentina como en Uruguay, el informe aclara que la participación del tambero local en el valor de venta al consumidor puede llegar hasta el 49%, mientras que el uruguayo participa de un 75% del precio de esa transacción. El hecho cuestiona a la cadena de comercialización local. El presidente de APL, Manuel Ocampo, sostiene que ''hay que corregir este sistema de lechería manoseada'' generado por las políticas y las prácticas locales, y postula imitar el ejemplo uruguayo, donde las industrias cobran lo mismo, pero los tamberos cobran más. ''Esa diferencia se llama crecimiento'', dice Ocampo.
En los últimos 8 años la producción de leche local mermó un 8%, especialmente por el aumento de los costos y las adversidades climáticas que golpearon con fuerza en 2006 y hoy también amenazan la actividad. En el mismo tiempo, en Uruguay hubo una recomposición de la producción de un 11,5%. También las exportaciones quedaron fuertemente comprometidas en la Argentina desde que se instauró el precio de corte que representa una retención a los envíos de alrededor del 40%. El país recortó por este motivo sus exportaciones de leche 40% en 2007. Ahora, la Secretaría de Comercio analiza dividir la producción según su destino para permitir aumentos de 8% en los productos de la canasta básica y 25% para los restantes productos. Además, planea elevar el precio de corte desde los u$s 2.770 actuales a los u$s 3.245, lo que bajaría la presión fiscal. Parte de la exportación también podría venderse al precio lleno internacional, que para la leche en polvo promedia los u$s 4.700 la tonelada. Dentro del esquema, Comercio Interior también analiza una recomposición cercana al 7% del precio al productor, que hoy ronda los $ 0,85 (equivalentes a u$s 0,26). Sin embargo esta propuesta le queda a chica al reclamo de los tamberos que piden un aumento cercano al 50%, y cobrar $ 1,25 por litro.
¡Plazo de matrículación abierto!