Un plan local fomentará la producción ecológica como salida comercial. El futuro de la huerta palmeña pasa por la producción ecológica. Así, al menos, opinan tanto el Ayuntamiento como desde el Comité Andaluz de agricultura Ecológica (CAAE), que han aunado esfuerzos para diseñar un plan local destinado a potenciar este tipo de agricultura en el municipio.
Según el presidente del Comité, Francisco Casero, «Palma del Río tiene un potencial enorme y ya cuenta con una empresa referente, como es Arteoliva, que comienza a reclamar productos donde el desarrollo sostenible sea su fundamento».
Por el momento, ya se ha iniciado la primera fase del plan consistente en concienciar a los agricultores de las posibilidades que tiene la producción ecológica. Así, varios técnicos del CAAE viajaron hasta Palma para explicar a los interesados el procedimiento,, la normativa e, incluso, las subvenciones existentes. «Ha sido un éxito y ha despertado mucho interés», comentó casero, quien calculó que en dos o tres años «tendremos una base importante».
Segunda fase, en septiembre
La siguiente fase, en palabras del alcalde, José Antonio Ruiz Almenara, se iniciará en septiembre y supondrá «llegar a un compromiso entre agricultores, Administración y empresas para que entren en la cadena diversas firmas como Arteaoliva, los Arroyones o Pascual y que éstas mantengan una serie de productos elaborados a partir de ingredientes netamente ecológicos».
Se trata, según el regidor, de «una buena forma de incidir en un mercado muy exigente, pero donde hay margen económico para esta producción».
Al mismo tiempo, el proyecto servirá para mantener una variedad de naranjas autóctonas, que sólo se producen en las huertas palmeñas del río Genil, la llamada cadenera, «algo desfasada, aunque de una gran calidad», según Ruiz Almenara, que puede contar, así, con una buena salida al mercado. Son explotaciones generalmente pequeñas, « a las que debemos de impulsar para que no se pierdan, ya que sus dueños no se dedican a ellas de forma exclusiva, sino que las tienen como economía complementaria».
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