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Anoche en la Rural se desarrolló una reunión informativa de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe y el cuestionamiento de tamberos y representantes gremiales se centró en el cumplimiento de pago de subsidios por parte del Gobierno, que se develará en la primera quincena de agosto.

Hacía una semana que se había firmado el acuerdo lácteo, con un precio mínimo elevado a 0,945 pesos por litro de leche, más un subsidio que completará un total de 1,05. El encuentro en el que participaron anoche en la Rural unas 300 personas, convocado por la Mesa Provincial de Productores de Leche de Santa Fe, tuvo un condimento especial sobre el final de la reunión, cuando el ex-dirigente de MEPROLSAFE y actual titular de la Federación de Centros de Tamberos, Gustavo Colombero, cuestionó la diversificación de la negociación por fuera de la Comisión de Enlace, que impulsó el paro agropecuario que desde el 11 de marzo, a raíz de la suba de las retenciones granarias, detuvo la actividad tranqueras afuera del sector. Haciendo un repaso de la historia reciente de la lechería, el hombre de Angélica afirmó sobre el acuerdo del 2 de julio que ''necesitamos un sistema duradero, a largo plazo, no de parche y de remiendo que no sirve, porque continuamos en la agonía''.

La defensa de los pequeños productores y la baja factibilidad que el total de las 800 industrias, de todos los tamaños, reciban los subsidios para llegar a 1,05 peso, generó la respuesta del anfitrión, Juan Imvinkelried, presidente de la Sociedad Rural de Rafaela. La lechería que esperaba una respuesta efectiva desde diciembre, cuando prolongó por tres días el bloqueo a industrias ni bien asumió el Gobierno, encontró un espacio de reclamo de renovación de un acuerdo incumplido en seis meses, cuando la gente se retiró de las rutas y la discusión por las retenciones pasó al Congreso de la Nación.

''Desde el primer día del conflicto nosotros salimos a reclamar por la carne y por la leche, que tienen mayor impacto en la economía de nuestra región''. Pero las asambleas anteriores, con mucha gente ''desesperada'', llevaron a la gestión para conseguir ''un alivio'', por tal motivo no se despreció esta suba de 10 ó 20 por ciento, para dar una respuesta inicial de dos meses y mientras ''seguimos negociando y seguimos peleando''.
El debate le dio calor al encuentro en el Salón Centenario, sobre el cual Colombero reclamó no haber sido convidado a las reuniones previas al acuerdo que contó con la firma de Cristina Kirchner y que sólo excluye a los 70 mayores tambos del país.

Si bien ''el matrimonio entendió la problemática'', dijo un dirigente sobre el avance en la negociación con los Kirchner, restando ahora el cumplimiento del pago que desde la ONCCA se hará a las industrias con una liquidación directa a los tamberos, que llegaría a partir del 10 de agosto. Sobre este aspecto se concentran todas las dudas y el escepticismo de un sector que desde 2002 se viene reduciendo por la falta de rentabilidad y que en el último año perdió unos 600 tambos, sin posibilidad de refuncionalizarlos, por la pérdida de genética y la desinversión.

El acuerdo

De la Mesa Nacional, acordaron Córdoba, Santa Fe y La Pampa, estos nuevos precios, entre los que se incluye la suba del precio de corte a 3.116 dólares por tonelada de leche en polvo exportable y de donde surge el fondo para las compensaciones. Tal como lo indicara en diálogo con LA OPINION Ricardo Garnero, secretario de MEPROLSAFE, por ejemplo, en el caso de Entre Ríos, que junto a Buenos Aires, no adhirió al acuerdo, en el caso de esa Provincia ''hubo algunos desencuentros en cuanto a las gestiones que se hicieron, pero cuando los productores entrerrianos conozcan a fondo el acuerdo lo van a aceptar, porque se incluye que si alguien no está de acuerdo, valga la redundancia, con el acuerdo pueda rechazarlo''.

Basado en el establecimiento de un precio de emergencia, por julio y agosto, gracias a la composición por parte de la industria y el Gobierno por compensación, ''el segundo gran punto es que la Presidenta firmó y se comprometió para que en los próximos 60 días se consiga un nuevo sistema de determinación de precios, de distribución y manejo de volúmenes, a través del Grupo Lácteo'', incluyendo este a productores, industria y Poder Ejecutivo.

Ahora bien, los planteos de los tamberos en la reunión y la simple lectura del historial lácteo reciente hacen que la credibilidad esté deteriorada, sobre lo cual Garnero expresó, ''entiendo que hay desconfianza sobre toda la experiencia nuestra en la relación con el Gobierno, no obstante siempre hay nuevas oportunidades y en esta hay un cambio cualitativo muy grande, porque se llegó a los más altos niveles políticos del país, que creemos que entendieron en forma directa y no a través de sus interlocutores, cuál es la problemática de la lechería y que hay que encontrar un sistema que contemple los famosos seis puntos de San Francisco (donde se definió en diciembre el inicio del paro nacional, abogando por un sistema de equilibrio), que de alguna manera fueron expresados por la Presidenta en el discurso cuando se firmó el acuerdo''. Sin embargo, ''esto genera nuevas expectativas, pero no quiere decir que se cumpla'', añadió el dirigente provincial, rescatando que en la esperanza de cumplimiento se deja de lado el conflicto con las industrias, que es el modo de reclamo de los tamberos.

''En el cambio cualitativo nos dio una gran mano el Intendente de Rafaela -Omar Perotti-; y esto hay que reconocerlo públicamente, porque fue quien entendió la necesidad de algún tipo de arreglo y nos abrió las puertas'', admitió Garnero sobre el avance hacia el primer encuentro en la Quinta de Olivos el domingo 29 de junio, para pasar dos días después a la rúbrica del acuerdo en la Casa Rosada, del cual surgirá que ''la primera liquidación se haga del 10 de agosto en adelante''. Es así que la definición del cumplimiento tendrá un mes de oxígeno, abogando por tener un guiño positivo gubernamental, cuyo cumplimiento empiece a hablar bien de la política agropecuaria que la continuada administración Kirchner debe fijar de inmediato, sin concentrarse en los triunfos ínfimos que encuentra en los votos de sus diputados, sino pensando en el futuro de una patria grande.

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