Los hábitos de consumo cambian, y los consumidores, no se sabe muy bien por qué, recuperan modos y formatos de compra si no olvidados, sí venidos a menos. Esto parece estar ocurriendo con las grandes superficies, que ven cómo pierden comba en favor de las medianas superficies y del comercio pequeño y de proximidad.
La semana pasada, la promotora de centros comerciales Sonae Sierra anunció que, sea por efecto de la crisis o no, había anotado un ligero descenso de las ventas en uno de sus grandes centros del País Vasco, el Max Center de Baracaldo, uno de los complejos comerciales más importantes del norte de España. Asimismo, la gran distribuidora Eroski, con presencia en toda España, ha comenzado a tomar nota de un descenso de casi el 5% de las ventas en sus establecimientos híper. Tanto es así, que la firma del grupo Mondragón ha encargado un estudio a una consultora internacional a fin de concretar los motivos de este cambio de tendencia. Según fuentes del sector, cabría pensar, no obstante, que esta situación coincide con un periodo de crisis económica que comienza a mostrarse como profunda y duradera y que el consumidor, falto de confianza, recorta sus gastos. Y para ello, para gastar menos, hace su compra en establecimientos donde la oferta de productos es menor y la tentación que provoca la sobreoferta es, también, menor. Ni Eroski ni ninguna otra grande de la distribución española dan por agotado el modelo del gran comercio. Pero, según fuentes del sector, la tendencia de retorno a superficies medianas, e incluso al pequeño establecimiento, podría hacer reconsiderar algún proyecto de desarrollo de grandes centros y reorientar los esfuerzos inversores hacia otros formatos menores.
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