El acuerdo entre las entidades de la producción lechera y el Ejecutivo nacional se concretó en el contexto del creciente conflicto rural. El pacto fue leído desde varios sectores como un intento por dividir el frente armado por la Mesa de Enlace.
Crece la preocupación entre los productores lecheros santafesinos ante la posibilidad de que el acuerdo alcanzado con el gobierno nacional por sesenta días y que vence a fin de mes ni siquiera se renueve, admitiendo que ya estarían casi muertas las expectativas creadas por la presidenta Cristina Fernández de instrumentar una política sectorial a largo plazo a partir de septiembre. Al punto que los tamberos analizan volver a las medidas de fuerza, como retomar las protestas en las rutas.
El acuerdo entre las entidades de la producción lechera y el Ejecutivo nacional se concretó en el contexto del creciente conflicto rural. El pacto fue leído desde varios sectores como un intento por dividir el frente armado por la Mesa de Enlace. En este sentido, los tamberos temen ahora que, descomprimida la pelea tras la derogación de la resolución 125, aquellas promesas presidenciales de establecer un nuevo sistema de determinación de precios y manejo de volúmenes queden cajoneadas.
Roberto Socín, presidente de la Mesa de Lechería de Santa Fe, reconoció que preocupa faltando pocas semanas para la finalización del actual acuerdo no se haya avanzado en los mecanismos para ''generar (a partir de septiembre) un sistema que permita dar lugar al manejo de volúmenes y precios, por un lado a través de la industria y por otro mediante la efectivización del Estado''.
Los dirigentes lecheros denuncian que la situación actual es aún más complicada que al inicio del conflicto entre el gobierno y las cuatro entidades rurales. Dicen que en estos meses continuó la sangría de tamberos que abandonan la actividad en detrimento de producciones agrícolas más rentables como la soja. ''Supuestamente con el acuerdo mejoraría la situación de los productores lecheros, pero pasaron cuatro meses y no cambió nada, día a día muchos productores deciden ir hacia otras actividades porque no ven un horizonte próspero'', aseguró Gustavo Colombero, presidente de la Federación de Centros Tamberos de Santa Fe (Fecet).
El dirigente dijo que la situación de determinadas producciones ''está peor que en marzo y esto se ve claramente en la leche, en la carne, en el trigo, y en la situación de las economías regionales en general''.
Colombero reclamó la necesidad de un marco de previsibilidad y rentabilidad para el sector. ''Quiero ser optimista, pero los que tienen que tomar decisiones vemos que las dilatan'', aseguró en referencia a la promesa de que se llegue a un nuevo acuerdo lechero a partir de septiembre.
El tambero reconoció que no desean tomar medidas de fuerza, pero admitió que si persiste la falta de respuesta para el sector en el corto plazo saldrán a protestar.
Entre los puntos del acuerdo vigente figura que la industria adquiera la leche fluida a un mínimo de 0,945 peso por litro durante los meses de julio y agosto. El precio de corte para la tonelada exportable de leche en polvo se fijó en 3.116 dólares.
Para el caso que en 2008 la producción supere los 10 mil millones de litros de leche, el excedente podrá ser exportado, destinando esos derechos de exportación a proteger al sector.
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