El Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales ha repasado algunas iniciativas sobre innovaciones varietales destinadas a aumentar la producción de cereales en regiones en desarrollo.
Se ha planteado también la importancia de la normativa española sobre semillas, plantas de vivero y recursos fitogenéticos, en cuyos reglamentos se ha venido trabajando durante los dos últimos años.
El Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Ernesto Ríos, ha participado hoy en el curso de verano sobre recursos filogenéticos para la alimentación y la agricultura que ha organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde ha destacado el importante papel que juegan las semillas como primer eslabón de la cadena alimentaria, y como factor de producción con mayor efecto multiplicador, así como el valor estratégico de los recursos fitogenéticos en la seguridad alimentaria mundial, tanto para su uso directo como para la creación de nuevas variedades vegetales.
En este sentido ha recordado algunas iniciativas puestas en marcha por la comunidad internacional para aumentar la producción agrícola en zonas del planeta afectadas por la falta de alimentos, como la llevada a cabo en la década de los 70 por Norman Borlaug, con la mejora genética de ''trigos enanos'', adaptándolos al Sudeste Asiático, lo que promovió en India y Pakistán una auténtica ''revolución verde'', que hizo posible en el corto plazo de 2 ó 3 años, duplicar el rendimiento de trigo en estas regiones.
Ernesto Ríos ha resaltado el auge adquirido por la innovación varietal como factor clave en la competitividad de las exportaciones agroalimentarias, indicando que en la actualidad se encuentran incluidas en el Registro español de Variedades Comerciales más de 4.000 variedades correspondientes a 128 especies.
España, ha señalado el Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales, ocupa el quinto lugar entre los países importadores de semillas, habiendo superado los 400 millones de euros en 2007, pero, frente a estas importaciones, principalmente de horticolas, destaca el incremento conseguido durante los últimos años en exportaciones de plantones de frutales, especialmente cítricos, y de olivos, así como de esquejes de vid.
Este sector, ha indicado Ernesto Ríos es sumamente dinámico y competitivo, con empresas que invierten el 10 por ciento de su producción en I+D+I.
También ha resaltado el Director la importancia de la normativa española sobre semillas, plantas de vivero y recursos filogenéticos, en cuyo desarrollo se viene trabajando durante los dos últimos años, especialmente en lo relativo al Reglamento de productores de semillas y plantas de vivero y en otros Reglamentos adicionales, así como en la constitución de la Mesa Nacional de Lucha contra el Fraude, que podría iniciar sus actividades en la campaña 2008/2009.
Frente al desarrollo conseguido en la producción, certificación y comercialización de las semillas y el material de reproducción vegetal, Ernesto Ríos ha recordado la necesidad de poner en marcha iniciativas como la promovida por las agencias de Naciones Unidas especializadas en el ámbito agroalimentario (FAO. FIDA y PMA) para ayudar, mediante el suministro de medios de producción, a 450 millones de pequeños agricultores que hay en el mundo, propietarios ó arrendatarios de explotaciones menores de 2 Ha., que sostienen a 2.000 millones de seres humanos, es decir a un tercio de la humanidad, entre los que se encuentran los más necesitados del planeta.
Con este objetivo y para abordar la ayuda alimentaria de emergencia, el Director ha recordado la convocatoria anunciada por el Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, en su discurso pronunciado en la sede de la FAO en Roma, sobre la celebración de una Conferencia de Donantes en España el próximo otoño, a la que acudirá el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon, con el fin de recabar fondos para paliar la crisis alimentaria y la pobreza extrema en el mundo.
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