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Exportación vinos
Congestión en puerto de Buenos Aires golpea exportaciones de vino
Los contenedores escasean, al igual que el espacio en los buques; las navieras endurecen exigencias y las tarifas siguen en alza por el valor del combustible
26/08/2008 Los andes
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Los contenedores escasean, al igual que el espacio en los buques. Las navieras endurecen exigencias y las tarifas siguen en alza por el valor del combustible.
La semana pasada, cuando las restricciones para el vino argentino en Brasil sonaban como el problema más temido para los exportadores locales, otro inconveniente comenzó a tomar ribetes preocupantes. Se trata del cuello de botella en el puerto de Buenos Aires, que dificulta la salida a tiempo de los vinos argentinos.
''Hemos tenido muchos problemas con las marítimas, que no sólo realizan menos viajes, sino que piden algunos requisitos que antes no exigían'', señalaron desde el área de comercio exterior de Bodega Familia Zuccardi.
El destino más complicado es el Norte de Europa, países como Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Noruega.
''El problema en el Puerto de Buenos Aires es la congestión de carga, le están dando prioridad a las empresas que tienen contrato, dejando a las otras en espera'', dijo Liliana Elst, de Comexar.
''Todo esto trae aparejado que en las terminales portuarias de Buenos Aires se registre una gran congestión. Sumado a que éste es el momento de la exportación de cítricos del Norte de Argentina, que viajan en contenedores refrigerados de 40 pies a Europa, y quitan lugar para dos contenedores de 20, porque esa carga paga más que el vino'', explicó Elst.
En cuanto a las tarifas marítimas, los forwarders señalan que suben todos los meses por el ítem del combustible en la tarifa, sube permanentemente.
La Country Manager de JF Hillebrand, Laura Montilla indicó que esto sucede ''como consecuencia del aumento del precio del petróleo. Hoy se están cotizando valores cercanos a los u$s 800 por contenedor de 20'' en concepto de Bunker Surcharge (o sea, relativos al costo del petróleo y adicionales al flete marítimo)''.
Restringir las cargas
A fin de tener menos contenedores en el Puerto, las marítimas informaron a sus clientes que la Terminal portuaria pasó de recibir los contenedores durante 5 días libres antes de embarcar, a 3 días.
Eduardo Domessi gerente de compras de Interandes Shipping explicó que si bien el paro del campo influyó, ''la situación de fondo es que hay una saturación de espacios en las líneas marítimas, una falta tremenda en la disponibilidad de contenedores vacíos, y esto ocasiona que las marítimas deban ser más exigentes al momento de ingreso de contenedores y restringir los tiempos''.
A raíz de esta acumulación de carga, las marítimas informaron que recibieron una alta cantidad de contenedores una vez que se levantó el paro del campo, y esto generó que muchos buques partieran vacíos.
''Aquí se generó un congestionamiento que obligó a reducir el ingreso a puerto a 3 días, esto nos complicó mucho a los exportadores del interior, pero las navieras sostienen que es mejor así, porque les da un margen para ir cargando e ir descongestionando el puerto''.
Sobre la escasez de contenedores los forwarders no tienen explicaciones claras de las empresas. Domessi sabe sin embargo que a la hora de cargar Brasil es preferido por las líneas marítimas.
''La mayor parte de las líneas marítimas están definiendo el espacio para Argentina en función de lo que hace Brasil. Este año ya hay marítimas que no trabajan en Argentina, o traen buques más chicos, Argentina quizá hoy en cuanto a flete marítimo no es tan importante para las navieras'', evaluó.
Montilla, de JF Hillebrand subrayó en este sentido que ''el panorama marítimo es muy dinámico. Concretamente, hay navieras que han retirado sus servicios al norte de Europa o Estados Unidos desde Buenos Aires, debido a la mayor conveniencia del desarrollo de otros tráficos''.
En cuanto a los factores que determinan menores espacios para las cargas argentinas aseveró que son múltiples: ''gran demanda de espacio de bodega por parte de Brasil que tiene como consecuencia el menor atractivo económico de que los barcos vengan a Buenos Aires, impacto de la inactividad exportadora generada por el paro del campo y la consecuente sobredemanda de espacio y equipo una vez finalizado el conflicto, el tradicional desbalance entre importaciones y exportaciones implica que las navieras no disponen de contenedores suficientes para satisfacer la carga disponible''.
Una semana antes, dicen no
Una vez que el exportador define el embarque, su forwarder realiza la reserva de espacio en el barco. ''Hoy las marítimas se están demorando en confirmarla -aseguran desde Interandes - además, a medida que se acerca la fecha hay que reclamar el contendor vacío, puede que lo entreguen, o puede que una semana antes, la marítima diga que el buque está excedido en carga, y pasa la carga para el próximo. Maerck por ejemplo, está tomando carga recién para fines de septiembre''.
Si bien el principal problema de falta de espacio se da en Buenos Aires, Chile también presente inconvenientes. Montilla indica que en los puertos chilenos el espacio se lo acaparan los principales commodities como la madera y el cobre o servicios especiales más rentables para las navieras como la carga reefer (fruta, salmón).
Toda esta situación está dificultando el trabajo de las empresas que proveen la logística de exportación, cuya demanda de contendores para vino ha venido registrando un crecimiento promedio de 18 - 20% este año.
''Como un altísimo porcentaje de vino se vende FOB, el comprador está muy al tanto de la situación, ahí entra en juego la posibilidad de hacer presión de los dos lados'', explicó el vocero de Interandes Shipping.
