De los países de la región, la Argentina es el que menos le transfirió al tambero la increíble fiesta de precios internacionales de la leche, que desde fin de 2006 llevó el valor de la tonelada en polvo de unos u$s 2.500 a más de u$s 5.000, y de la que hoy quedan las migas
Con el mercado ya intervenido por el Gobierno, en febrero de 2007 el tambero argentino era -junto con el uruguayo- el que menor precio recibía por la leche cruda, es decir, la que se le entrega a las lácteas: u$s 0,20 por litro, mientras que en Paraguay se pagaba u$s 0,21; en Chile, u$s 0,23, y en Brasil, u$s 0,25, según un trabajo comparativo de sectores agroindustriales hecho por la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur ampliado (FARM).
Pero no sólo eso: de entonces a mayo pasado, el productor de leche local recibió un incremento del 30%, a u$s 0,26. Esa suba equivale a un tercio de la que se verificó en Brasil (a u$s 0,46), Paraguay (u$s 0,40) y Chile (u$s 0,44), y un cuarto de la que obtuvo el tambero uruguayo (también u$s 0,44).
Si bien vale aclarar que la comparación está hecha en dólares corrientes y no constantes, la diferencia es tan marcada que, dicen analistas, no puede adjudicarse a cuestiones cambiarias, que de considerarse también deberían contemplar la inflación real argentina.
Los datos de FARM parecen indicar una relación entre los precios contenidos y el mínimo aumento de la producción argentina, de 4%, hasta 9.908 millones de litros anuales, En tanto, en Brasil -que tiene una producción tres veces superior- creció 13%, y en Chile, el tercer productor de la región, 19%. El trabajo adjudica el bajo aumento de Uruguay (3%) a cuestiones climáticas. La media regional marca una suba del 11%.
Exportaciones
En cuanto a las políticas de intervención en el comercio exterior para controlar los precios internos que aplicó el Gobierno, su principal resultado parece ser que la Argentina es el único país de la región que disminuyó sus exportaciones: un 17%. Todos los demás países las aumentaron, y de manera extraordinaria Brasil (103%, más relevante por el gran tamaño del que partió) y Paraguay (81%, aunque en un volumen ínfimo). El promedio regional marca un incremento de los despachos al exterior del 5%.
Si bien el trabajo apunta que el consumo per capita aparente aumentó en la Argentina un 11% (hasta 204 litros anuales) en el período, lo que tiene una indudable relación con los precios, también lo hizo en Brasil (7%, hasta 144 litros) y en Chile (13%, hasta 154 litros).
Así, aunque la Argentina se configura como el país que más leche consume de la región, los controles no aparecen como el único modo de posibilitar un aumento del consumo interno. ''De los 4 millones de litros adicionales de consumo interno (que se generaron en la región), el 65% lo demandó Brasil, el 25% la Argentina y un 10% Chile'', apuntó FARM.
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