Siete centros tecnológicos agroalimentarios de España están probando en sus laboratorios los efectos beneficiosos que pueden llegar a tener los envases que se denominan ''inteligentes'', ya que creen que podrían enriquecer y alargar la vida útil de los alimentos. Este experimento es fruto de un proyecto de I+D+i que iniciaron en abril del pasado año estos centros tecnológicos de carácter empresarial y cuyos resultados está previsto que vean la luz este mes de diciembre.
El envase ''inteligente'', que ha sido presentado a empresarios murcianos en el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTC), ubicado en Molina de Segura, y participante en el proyecto, está fabricado con una molécula nueva de plástico y está siendo probado en alcachofas, jamón ibérico, aceite de oliva y conservas de pescado.
José Luis Llerena, del Centro Tecnológico Alimentario de Extremadura (CTAEX), que también interviene en la investigación, ha explicado que los siete centros de Murcia, Valencia, Alava, Navarra, Galicia y Extremadura, crearon un consorcio de investigación y se dedican a buscar nuevos materiales para envases activos destinados a los alimentos.
Explicó que un envase activo es ''aquel que en su proceso natural le va transmitiendo propiedades al alimento'', que en el caso de las bandejas y bolsas que se están probando en la actualidad suponen añadir al alimento graso propiedades antioxidantes, con el objetivo de que pueden alargar su vida útil.
Agregó que con ese objetivo ''trabajan un centro experto en plásticos, otro que va a materializar la estructura, es decir, que va a dar la forma de barqueta o de bolsa, y cinco centros alimentarios que van a verificar esa materia en un alimento'' basándose en los procesos de conservación habituales (esterilización térmica, esterilización por altas presiones, envasado en atmósferas modificadas y pasteurización).
Dijo también que en su verificación esos cinco centros comprueban cómo se está degradando el alimento con este plástico dotado de antioxidantes y qué propiedades le transmite éste. Llerena indicó que este proyecto sirve tanto para alimentos frescos como procesados, por lo que se está verificando con esterilización y con atmósferas modificadas. Puso también de relieve que los centros tecnológicos tienen ahora que implicar a las empresas en innovación para que estos envases pasen a los establecimientos comerciales.
El proyecto ha sido presentado ya en Navarra y en Badajoz y hasta ahora, unas 150 empresas se han interesado en aplicar esta tecnología.
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