Ante la urgencia de tener un campo más competitivo que responda a una mayor demanda de alimentos de la población, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), presentó aquí al presidente Felipe Calderón la Estrategia Nacional de Agricultura Protegida.
En el Centro de Negocios de la Concentradora Nacional de Plantas de Ornato (CONAPLOR) de la comunidad de Casasano, el titular de la SAGARPA, Alberto Cárdenas Jiménez explicó que la agricultura por contrato es la que se realiza bajo estructuras construidas con la finalidad de controlar mejor la temperatura el agua y suelo, situación que permite un mejor desarrollo de las plantas.
En México, el crecimiento de esta modalidad de producción ha crecido de manera muy importante, ya que mientras en 1999 se tenían en producción 721 hectáreas, para el año 2008, la extensión se incrementó a 9,068 hectáreas.
Los impactos en términos de productividad son muy elocuentes; por ejemplo en jitomate se obtienen en campo abierto 40 toneladas por hectárea, a campo abierto con fertirrigación 120 toneladas; es decir cuatro veces más, pero con malla sombra la producción se incrementa a 160 toneladas por hectárea; es decir, cuatro veces más que un cultivo a la intemperie.
Si esta misma producción se realiza en invernaderos con tecnología moderada, la producción de jitomate será de 350 toneladas por cada 10 mil metros de terreno (ocho veces más) y en invernaderos con alta tecnología la cosecha será de 500 toneladas; es decir, 12 veces más.
Frente a esta opción de aumentar la productividad por hectárea, la SAGARPA detecta otras áreas que propicien polos de desarrollo regional o clúster; inversiones que generen producción para el mercado interno, externo y nichos de mercado especializados en productos orgánicos, gourmet y étnicos y proyectos en redes de valor que permitan su operación armónica, desde la producción hasta la comercialización y el consumo.
A través de la agricultura protegida y la producción del campo en general, el Secretario de Agricultura dijo que se aspira a que la producción del campo ayude al crecimiento del Producto Interno Bruto Nacional en el 2009, tal como ocurrió en 2008.
Durante los últimos ocho años, la SAGARPA a través de sus diferentes programas ha destinado 2,045 millones de pesos para apoyar el establecimiento de 2,205 hectáreas para beneficio de 50,806 productores.
Alberto Cárdenas Jiménez destacó que la agricultura protegida puede utilizarse en todos los cultivos, pero actualmente se emplea principalmente en hortalizas, tomate, pepino, pimiento; ornamentales de corte como rosas, gerbera, tulipán y lilium. En el caso de las hortalizas, la producción de jitomate representa alrededor del 70 por ciento de la superficie nacional cosechada con invernadero.
Entre las ventajas que presenta el uso de la agricultura protegida, destacan la intensificación de la producción, posibilidad de cultivar todo el año, obtención de productos en regiones con condiciones restrictivas, fuera de temporada, productos de alta calidad; aumento de rendimientos por unidad de superficie, menor riesgo en la producción y por el uso más eficiente del agua e insumos.
El uso de invernaderos tiene un impacto social importante, ya que una hectárea establecida con agricultura protegida genera en promedio ocho empleos directos, destacó el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez.
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