Fernando Cillóniz, comentarista de El Comercio, señala que es evidente que productos como harina, aceite, pastas, galletas y pan tienden a la baja; pues el precio del trigo cayó desde junio en más de la mitad.
Lo que se ha criticado es la velocidad con que han descendido, que ha sido lenta en comparación con el ritmo con que bajaron las materias primas.
La raíz se halla en las posiciones de dominio de ciertos proveedores que se pueden dar el lujo de amortiguar la bajada de los precios para terminar con sus stocks.
Por eso, ahora que ya terminaron con sus inventarios, los precios han comenzado a bajar. Ellos no pierden, pero sí los consumidores.
Eso ocurre cuando no hay una competencia más abierta. En cambio, sí pierden aquellos que no tienen posiciones de dominio, como es el caso de los fertilizantes.
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