La industria alimentaria lleva algún tiempo buscando ingredientes y fórmulas que permitan renovar los productos del mercado, ofreciendo una garantía de calidad y algún beneficio para la salud del consumidor. En este aspecto la industria ha avanzado mucho en el uso técnicas de microencapsulación de algunos compuestos para enriquecer los alimentos con fibra, calcio, etc.
La empresa Compel Aroma ha sido pionera en la microencapsulación de aromas para mejorar simultáneamente el producto y su envase. Recientemente han realizado un estudio con el objetivo de establecer una relación entre los aromas de los alimentos y la sensación de saciedad del consumidor.
Para ello, se han utilizado muestras de un producto lácteo líquido, que se han sometido a una tecnología de diseño factorial aleatorizado, cruzado, estableciendo un control con una muestra referencia de placebo. Los resultados indican que la percepción de la sensación de saciedad puede aumentar variando la cantidad de aroma que se libera del producto durante su consumo. Con estos resultados los investigadores han utilizado técnicas de microencapsulación para encapsular aromas, añadiendo distintos grados de sabores FDA durante la elaboración.
El resultado final es un envase aromático que contribuye al aroma y al sabor del alimento. Esta tecnología, aplicable a bebidas y sólido, potencia el sabor del alimento y origina una amplia olfacción retro-nasal que aumenta la sensación de saciedad tras la ingesta del mismo.
Estos nuevos envases ofrecen una gran opotunidad a las empresas del sector, que tienen así la posibilidad de variar la oferta de sus productos con una fórmula mejorada. De manera adicional, estos productos pueden enfocarse a ayudar al consumidor que tienen problemas de peso o que necesita controlar su dieta, lo cual le proporciona un valor añadido, informa Fundación OPTI.
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