La Unión Europea (UE) ha reconocido como nutrientes que bajan el colesterol a los fitosteroles, o esteroles vegetales, y a los fitoestanoles, ingredientes naturales de frutos secos, fruta, legumbres y verduras. Estos productos se convierten en los primeros que pueden declarar de forma legal en sus etiquetas y promociones que poseen ''propiedades saludables''.
Dos gramos diarios de estas sustancias reducen el colesterol entre un 10% y un 15%, señaló el doctor Andreu Palou, del Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología de la Universidad de Baleares, durante el seminario del Instituto Flora titulado ''Alegaciones nutricionales de salud de la UE''.
La UE también ha aprobado, en el marco del reglamento europeo sobre declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos, cinco declaraciones de propiedades saludables para los niños para los alimentos con ácidos grasos esenciales, calcio, proteínas, calcio y vitamina D juntos y vitamina D, agregó el doctor. Este reglamento está en vigor ya para los nuevos alimentos y en periodo de adaptación hasta 2022 para aquellos productos que ya estaban en el mercado. Aunque su desarrollo sufre algunos retrasos, la aplicación de esta norma es ''un paso muy positivo'', ya que regula la publicidad y los mensajes del etiquetado de los alimentos denominados funcionales, homogeneiza las condiciones que deben cumplir y exige que sus ventajas para la salud se demuestren de manera científica, apuntó Palou.
El doctor indicó que el mercado de los alimentos funcionales en España crece más de un 20% al año, más que el mercado de los alimentos tradicionales. El mensaje para las empresas del sector sería que inviertan más en investigación científica para que, en el futuro, puedan participar en este sector en auge, aconsejó. Sólo el mercado de los alimentos funcionales que reducen el colesterol mueve unos 500 millones de euros al año y en el futuro, con los avances en genética, esta cifra se elevará, explicó Palou. ''Un 30% de las enfermedades están asociadas a la mala alimentación y a medida que conocemos los factores asociados, más tenemos que investigar en novedades nutricionales'', destacó.
Impulsar la regulación europea sobre la publicidad y etiquetado de los alimentos funcionales es importante también para la publicidad ''engañosa'' que se realiza sobre supuestos alimentos funcionales, como la que se hizo con el zumo de noni, afirmó por su parte la catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, Carmen Vidal.
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