La toxina Staphylococcal enterotoxin A, que es producida por la bacteria Staphylococcus aureus, podrá ser también detectada gracias a una nueva prueba desarrollada por científicos del Servicio de Investigación Agraria de Estados Unidos (ARS, por sus siglas en inglés). Esta toxina es una de las principales causas de intoxicación alimentaria en el mundo, aseguran desde el citado servicio.
La nueva prueba es práctica, rápida en comparación con otras y más económica. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista ''FEMS Immunology and Medical Microbiology''. El ARS explica que la nueva prueba puede detectar la toxina en niveles 1.000 millones de veces más bajos que la prueba actual. Además, tiene la ventaja de que puede detectar con precisión si la toxina está activa o inactiva, como se ha comprobado en carne de pollo, vacuno y leche.
Este nuevo método se aprovecha de la ''doble vida'' de la toxina, ya que ésta, además de causar náuseas, vómitos, diarreas y otros síntomas de gastroenteritis, también funciona como un antígeno, es decir, una molécula que activa un alto número de células del sistema inmunológico. La nueva prueba explota este rasgo para medir la proliferación de los linfocitos esplénicos, que son células del sistema inmunológico producidas en el bazo. Para la prueba, las células se mantienen vivas en el laboratorio.
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