La tortilla de patata se puede considerar, junto con la paella, el gazpacho o el cocido, una de las preparaciones culinarias tradicionales más representativas de nuestra gastronomía. Sin embargo, su alto contenido energético, a veces, pone freno a su consumo.
A pesar de la jugosidad y sabrosura de la tradicional tortilla de patatas son muchas las personas que rechazan comerla por ser demasiado calórica. Razones no les faltan, ya que la cantidad de calorías es considerable, sobre todo si se elabora con patatas fritas. Cabe decir que su valor energético cambia, y mucho, si las patatas se preparan de otro modo.
CALORÍAS POR RACIÓN
Para calcular de forma aproximada el número de calorías que contiene una ración de tortilla de patata, en primer lugar hay que saber la cantidad que se va a emplear de cada ingrediente y el modo en que estos van a ser cocinados. Por ejemplo, para elaborar una tortilla de patata para dos personas se suelen utilizar unos 200-250 gramos de patata y tres huevos. Esta cantidad de patatas crudas aporta en torno a 160 calorías, y los huevos, suponiendo que sean de tamaño mediano (60 gramos la unidad), proporcionan unas 270 calorías.
Si se suman las calorías procedentes tanto de las patatas como de los huevos, se obtiene un total de unas 430 calorías. No obstante, aún quedan por sumar las calorías del aceite que absorben las patatas al freírlas, y el aceite que se emplea para cuajar la tortilla, lo que hace que su aporte energético aumente de forma notable.
Si consideramos la ración de tortilla de patata por persona en unos 200 gramos, su aporte energético promedio es de unas 320 calorías; cantidad que supone en torno a un 16% de las necesidades diarias de una persona adulta sana que lleva a cabo una actividad física moderada.
¿PATATAS FRITAS O COCIDAS?
Si las patatas se cuecen en el microondas, la tortilla queda menos grasienta y calórica.
A la hora de preparar una tortilla de patata es importante considerar si las patatas se van a preparar fritas o cocidas. El contenido graso y energético de la tortilla va a variar considerablemente, según la forma de cocinado de las patatas, y también su digestibilidad. Si las patatas se hierven o se cuecen, por ejemplo, en el microondas, la tortilla de patata queda menos grasienta y calórica en relación a la que se prepara con patatas fritas.
Este método de elaboración de la tortilla la hace adecuada para personas sanas de todas las edades, y en particular para quienes tienen el estómago delicado o digestiones pesadas, para todas aquéllas que, de otro modo, no la consumirían por evitar posibles molestias digestivas.
Por otra parte, es frecuente que las tortillas que se consumen fuera de casa sienten peor. Esto suele ser debido al mal uso de los aceites, que han sido sobrecalentados o reutilizados en exceso, o al uso de aceites de semillas, poco adecuados para soportar las frituras.
NUEVAS VERSIONES
Un saludable modo de disminuir las calorías de la tortilla de patata es sustituir parte de la patata por diferentes verduras rehogadas con poco aceite, como pimiento, tomate, cebolla, ajos frescos, espinacas, zanahoria o calabacín, entre otros. Se convierte además en una oportunidad de incluir los vegetales en la dieta, y hacer que la receta resulte más nutritiva con las vitaminas, minerales, fibra y antioxidante presentes en estos alimentos.
Además, la tortilla de patata sirve de base para la elaboración de diversidad de tortillas rellenas muy habituales en bares, cafeterías y restaurantes. A los rellenos clásicos de jamón y queso se suman otros como el de ensaladilla de cangrejo, que suma jugosidad a la receta y hace que resulte muy sabrosa.
RECETA CON ORIGEN
El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha participado con sus aportaciones científicas en el desarrollo del libro ''La patata en España, historia y agroecología del tubérculo andino'', un libro que responde a la reedición y actualización del publicado en 1991 bajo el título ''De papa a patata''.
Según Javier López, investigador del CSIC encargado de coordinar el trabajo, se conocen nuevos datos sobre el origen conceptual de la tortilla de patata. Javier López nombra al hacendado Joseph de Tena Godoy y Malfeyto y al Marqués de Robledo que, ''en 1798, participaron en los intentos que se hacían en toda Europa de lograr un ''pan de patata'' hecho con este tubérculo, levadura de trigo y huevos''.
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