Una de las tecnologías emergentes en el campo de los envases alimentarios ha sido el desarrollo de materiales activos que actúan de forma positiva en el producto envasado. El centro tecnológico agroalimentario Ainia, con sede en Valencia, afirma que lleva trabajando varios años con esta tecnología, que ''aporta la innovación al envase para que deje de ser una simple barrera e incorpore funcionalidades específicas''.
Este centro desarrolla actualmente una técnica basada en materiales antimicrobianos que pueden utilizarse para fabricar envases que permiten alargar la vida comercial del producto. ''La incorporación de agentes activos en el material de envase previene el crecimiento de gérmenes, conservando durante más tiempo las propiedades del producto y evitando su deterioro'', explica Ainia. Esta técnica se ha empleado con éxito en productos cárnicos, pescados, vegetales frescos, alimentos de IV Gama, panadería y bollería.
Ainia afirma que ha conseguido en sus trabajos alargar la vida útil de los productos entre un 10% y un 20%. Además, esa propiedad puede utilizarse para fabricar films, envases y diferentes utensilios. ''Ya se está trabajando en la aplicación de la misma a escala empresarial'', apunta el centro.
Por otra parte, Ainia está trabajando también en el desarrollo de envases con propiedades absorbedoras de oxígeno que evitan la oxidación del alimento, conservando durante más tiempo las propiedades del producto y evitando su deterioro. Esta técnica ha dado buenos resultados en productos de bollería, pastas, quesos, frutos secos, y carnes y pescados curados o ahumados.
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