Los primeros indicios apuntan a una reducción en la producción mundial de cereales en 2009 tras el récord alcanzado en 2008, según el último informe Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria de la FAO. La disminución de la superficie cultivada y la climatología adversa pueden reducir la producción en la mayor parte de los principales países cerealeros.
Mientras que en Europa y Estados Unidos las condiciones son en general favorables para el trigo de invierno, la superficie cultivada en ambas regiones se ha reducido, como consecuencia de la perspectiva de un fuerte descenso de beneficios en relación al año anterior, combinada con la persistencia de precios elevados para los insumos, según el informe.
En los países de bajos ingresos y déficit alimentario, las perspectivas para la cosecha de cereales tempranos en 2009 indican un descenso de la producción. La previsión inicial es de una menor cosecha de maíz en África meridional. Una etapa prolongada de escasez de lluvias está afectando en forma adversa las perspectivas para el trigo en Asia. Cerca de la mitad de la región productora de trigo de invierno en China sufre una grave sequía, y las precipitaciones son también escasas en India. Sin embargo, la situación en su conjunto dependerá en gran parte en la cosecha de arroz pendiente de plantar en Asia.
En Sudamérica, la producción de trigo en 2008 bajó a la mitad debido a la sequía en Argentina, y la persistente falta de lluvias está afectando en forma negativa las perspectivas para los cereales secundarios en la región en 2009.
AUMENTAN LAS RESERVAS.
En base a las últimas estimaciones de la producción de cereales en 2008 y la utilización prevista en 2008/09, la FAO prevé que los remanentes de cereales a nivel mundial se situarán en 496 millones de toneladas en 2009/10, el nivel más alto desde 2002.
La FAO informa además de una mejor situación de oferta y demanda de cereales en los países de bajos ingresos y déficit alimentario en su conjunto, tras las cosechas superiores a la media obtenidas en 2008.
...pero los precios permanecen altos en muchos países
A pesar del descenso de los precios internacionales en la segunda mitad de 2008, los precios nacionales de los alimentos continúan siendo muy altos en muchos países en desarrollo, afectando el acceso de los grupos de población de bajos ingresos. En Sudamérica y Centroamérica, los precios de los principales alimentos básicos han continuado subiendo -o no han bajado- en los últimos meses. En los países de África occidental y oriental, los precios cayeron de forma significativa desde el principio de la recolección en septiembre-octubre, pero en enero se encontraban de nuevo por encima del nivel de un año antes. La situación empeora en el caso del trigo y el arroz importados, que son alimentos básicos en estas zonas, ya que los precios siguen subiendo. Los precios del trigo y el arroz también permanecen altos en diversos países pobres de Asia, incluyendo Afganistán, Pakistán y Sri Lanka.
PAÍSES EN CRISIS
Las crisis alimentarias persisten en 32 países del mundo. Además, despierta especial preocupación la situación alimentaria en la Franja de Gaza como resultado del reciente conflicto, según la FAO.
En África oriental, más de 18 millones de personas se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria debido a los conflictos, las revueltas, una climatología adversa o a una combinación de estos factores. En África meridional la cifra total de víctimas de la inseguridad alimentaria se calcula en unos 8,7 millones de personas. En Kenia, Somalia y Zimbabwe, la situación es muy grave por efecto de la sequía, la falta de seguridad y/o la crisis económica.
BIOCOMBUSTIBLES
Las últimas previsiones de la FAO para el año comercial 2008/09 (junio/julio) apuntan a nuevos incrementos en el uso de cereales para la producción de biocombustibles: en total 104 millones de toneladas, un 22 por ciento por encima del nivel estimado en 2007/08. Esta cifra representa el 4,6 por ciento de la producción mundial de cereales.
En Estados Unidos se prevé que el uso total se incremente hasta cerca de 93 millones de toneladas (de las cuales 91 millones son de maíz), un 19 por ciento más sobre el nivel de
2007/08. Las previsiones anteriores indicaban un incremento aún más rápido en el uso del maíz para biocombustibles, pero el fuerte descenso de los precios del petróleo y la desaceleración de la economía han reducido estas expectativas en los últimos meses.
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