El centro tecnológico agroalimentario Ainia, con sede en Valencia, lleva acabo en estos momentos un proyecto cuya finalidad es mejorar las características nutricionales de los productos cárnicos crudo-curados. La iniciativa persigue concretamente reducir la incidencia de estos alimentos en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, este proyecto se basa en la incorporación de bacterias no probióticas y probióticas para la reducción del efecto no saludable de las grasas presentes en este tipo de productos cárnicos. ''Para ello se estudiarán las modificaciones que tienen lugar en las características de dichos alimentos, formulaciones y producción, para que posteriormente se puedan implantar a escala industrial'', explicó Ainia, que pretende de este modo ayudar a las empresas a satisfacer la creciente demanda de productos alimentarios más saludables y permitirles a su vez aumentar su competitividad.
Este trabajo ''aspira a contribuir a la disminución del riesgo de padecer enfermedades relacionadas con los hábitos alimenticios (enfermedades cardiovasculares y obesidad), a través de métodos preventivos basados en mejorar la salud mediante la alimentación'', subraya el centro tecnológico. Y es que, según Ainia, el consumidor ''muestra claras preferencias por aquellos alimentos que considera beneficiosos para la salud''.
Son numerosas las organizaciones que están promoviendo llevar una dieta moderada en grasas totales y baja en grasas saturadas y colesterol como método de prevención de enfermedades cardiovasculares. ''El conocimiento de la influencia que tiene la dieta en la salud y la identificación de ingredientes, procesos y desarrollos de aquellos alimentos que permitan maximizar los beneficios de la alimentación en la salud humana, resultan fundamentales'', asegura Ainia.
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