Cada vez más productores, comercializadores y asociaciones de agricultores de toda la Unión Europea (UE) muestran su preocupación por la eliminación de las normas de calidad comercial de 26 frutas y hortalizas, ya que consideran que es una medida que perjudicará al sector hortofrutícola europeo, señala la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX). Esta medida impulsada por la Comisión Europea (CE) entrará en vigor el 1 de julio.
Así, FEPEX indicó que la interprofesional de frutas y hortalizas de Francia, que agrupa a productores, comerciantes y mayoristas, y que ya se mostró contraria a la eliminación de las normas, plantea ahora su restablecimiento, que sería obligatorio para todos los miembros de la interprofesional. Por su parte, la Unión Nacional del Comercio Mayorista de Frutas y Hortalizas de Francia (UNCGFL, por sus siglas en francés) considera que, aunque las normas son positivas, sólo se podrían exigir a los productores galos y no a la importación, por lo que propone un estudio más detallado de las medidas a adoptar.
FEPEX también puso el ejemplo del Reino Unido, donde el Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural ha lanzado una consulta al sector sobre la implementación y puesta en marcha del nuevo sistema de normas de calidad comercial. Además, Fresh Produce Consortium, asociación mayoritaria del sector, que agrupa a productores, importadores, mayoristas, clientes de la industria, distribuidores, envasadores, etc., se ha posicionado en contra de la eliminación de las normas. ''Nos preocupa que las nuevas normas de comercialización comunitarias se presentan como una simplificación, cuando la regulación en vigor en virtud de las actuales propuestas presentarán más capas de burocracia, complejidad y coste para la industria de productos frescos'', argumentan desde esta asociación.
POSICIÓN EN ESPAÑA
Por lo que se refiere a España, FEPEX defiende que el desmantelamiento de las normas de calidad comercial significará ''eliminar la transparencia en el mercado comunitario y abrir la puerta a la oferta de baja calidad de países terceros, corriendo el peligro de que Europa se convierta en el mercado de las segundas calidades de todo el mundo''. La normativa permite que se puedan comercializar todos los productos excepto aquellos ''que presenten podredumbre u otras alteraciones que los hagan impropios del consumo'', lo que supondrá la comercialización de productos defectuosos, ''lo que no beneficia ni a consumidores, ni a productores ni a distribuidores'', asegura la federación.
Por su parte, el Ejecutivo comunitario ha hecho público esta semana un anuncio de licitación para que se vuelvan a estudiar las normas de comercialización. Encargará un estudio cuyo objetivo es ''la evaluación del papel de las normas públicas de comercialización, su eficacia y eficiencia, en el sector de frutas y hortalizas''.
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