En la medida en que el cultivo de mejillón en Galicia depende de la disponibilidad de semilla procedente de bancos naturales, es muy importante controlar el potencial impacto de las actividades antropogénicas sobre estos bancos en las fases iniciales del desarrollo de la especie. Para ello han realizado una serie de pruebas con embriones de esta especie sobre la toxicidad del surfactante sodiododecilsulfato (SDS) y de los biocidas TBT, clorpirifos y lindano, cuantificada en términos de concentración media efectiva y umbral de toxicidad, teniendo como objetivo medir su incidencia en el éxito de la embriogénesis.
Los umbrales de toxicidad para los embriones de mejillón estudiados, junto con los de larvas de crustáceos presentes en la literatura, han sido comparados con las concentraciones medioambientales en la franja costera, bien por medición directa o por estimación a partir de los datos de bioacumulación en el mejillón, tratando de evaluar el riesgo planteado por estos contaminantes para estas especies comerciales.
A la vista de los datos se concluye que el SDS y, especialmente, los clorpirifos y el lindano no suponen una amenaza para la producción de mejillones, a pesar de que los insecticidas (clorpirifos y lindano) sí suponen un factor de riesgo para las poblaciones de crustáceos. Por contra, los datos relativos al TBT, tanto a partir de muestreos en el agua como de los parámetros de bioacumulación que presenta el mejillón, revelan la existencia de una amenaza real para la disponibilidad de semilla del molusco en los bancos naturales.
Según los resultados obtenidos, estos investigadores recomiendan una revisión de los criterios de calidad del agua en relación al TBT, ya que los límites actuales parecen ser insuficientes.
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