Cuando se habla de apretarse el cinturón los valencianos se lo toman enserio y lo llevan a cabo hasta en la alimentación. Ahora sólo los que se consideran como productos indispensables pasan de las estanterías de los supermercados a los de la cocina.
Según un estudio elaborado por la asociación empresarial Aecoc, entre abril de 2008 y marzo de 2009, incluimos a diario un 4% menos de productos en nuestras cestas de la compra que el año anterior. La nuestra es la segunda comunidad española con más contención de gasto, superada únicamente por Andalucía.
Aún así, cada hogar gasta una media de 3.845 euros al año en alimentación, bebida y droguería; lo que supone alrededor de 320 euros mensuales por familia. Se gasta menos, pero las visitas a hipermercados y supermercados son cada vez más frecuentes. En 2007, los valencianos fueron 83 veces de media a hacer la compra, mientras que el pasado año lo hicieron tres veces más.
El 72% de los empresarios del sector consideran que el precio tiene hoy un protagonismo «excesivo», si bien el 28% opina que éste es clave para dinamizar el consumo.
Prueba de la importancia que el precio tiene a la hora de elegir los productos es el atractivo que tienen, cada vez más, las marcas blancas. Según este informe, más de uno de cada tres productos de gran consumo en la región es de la marca del propio distribuidor.
Respecto a 2008, el gasto en ellos se incrementó de un 30,02% a un 34,01%. Pese a todo, la Comunitat aún se encuentra por debajo de la media nacional, donde el 33% de los alimentos de la cesta de la compra son de marcas blancas.
Conscientes de la necesidad de ahorro de los consumidores, las cadenas de alimentación llevan a cabo promociones por las que cada vez se interesan más los clientes. Tres productos al precio de dos, la segunda unidad al 70%... son algunas de las opciones de moda. También proliferan los cupones descuento, que emplean casi el 80% de los consumidores. El 59% asegura buscar productos de oferta y un 44% visita distintas tiendas para comprar precios. Desde las asociaciones de consumidores piden mirar la letra pequeña de las promociones.
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