LA GUERRA ESTÁ DECLARADA
Presionados por la crisis internacional, la marcada baja de sus exportaciones, la caída del dólar y el consiguiente sobrestock, los productores chilenos de lácteos solicitaron al gobierno que se aplique la máxima sobretasa arancelaria (31,5%) a las importaciones de leche en polvo y queso gouda provenientes de la Argentina y Uruguay, alegando el perjuicio que les suponen las subvenciones que éstas reciben en sus países.
La moción será presentada por la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados a la presidenta Michelle Bachelet, la ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, y la Comisión de Distorsiones de Precios, dependiente del Banco Central, ente que finalmente decide los cambios arancelarios.
Todo se debe a una denuncia hecha por la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche). ''Las ventajas arancelarias que tienen hoy las importaciones de leche, motivadas por subsidios directos y específicos, distorsionan el comercio internacional y atentan gravemente contra el mercado lácteo nacional. Estas medidas son el mecanismo más adecuado para hacer frente a la situación de emergencia que vive el sector'', explicó el presidente de la comisión de Diputados, José Pérez.
''Es desleal y consideramos que cabe imponer un derecho compensatorio o salvaguardia. En la medida en que se apliquen estos impuestos adicionales, la industria local no tendrá incentivos para comprar artificialmente barato en el exterior'', afirmó, por su parte, el presidente de Fedeleche, Dieter Konow. ''Los productos subsidiados, especialmente de la Argentina, Brasil y Uruguay, amenazan la producción interna'', reseñó el también diputado e integrante de la comisión del agro Javier Hernández.
ALTA PARTICIPACIÓN
En 2008, la producción argentina representó el 46,7% de la leche importada en Chile, por una cifra que superó los US$ 91 millones. En abril de este año, esa participación se elevaba al 51%. En el primer semestre del año, la Argentina vendió aquí 2356 toneladas de leche en polvo, frente a las 500 toneladas del primer semestre de 2008, con un 371% de incremento. Uruguay, por su parte, tiene el 10% del mercado. Asimismo, los precios internacionales del producto han bajado un 44%, detonando la alerta en los productores chilenos, concentrados en la sureña ciudad de Osorno, a la altura de Bariloche.
''Cualquier demora en la aplicación de estas medidas se traducirá en perjuicios difícilmente reparables, provocando que el precio por el litro de leche continué bajando en forma sustantiva y agravando las dificultades del sector'', agregó Pérez.
Fuentes de la industria se mostraron confiadas en que el gobierno dará una solución al conflicto: ''Ya es hora de que nos tiendan una mano'', dijeron. La decisión, se espera, debería concretarse antes de septiembre, inicio de la temporada de mayor producción lechera.
Antecedentes existen. Una situación similar se vivió hace tres años, cuando los productores chilenos pidieron una sobretasa arancelaria por un aumento de subvenciones en la Argentina. En ese entonces, la Comisión de Distorsiones subió en un 23% los impuestos a la leche líquida y en polvo y al queso gouda.
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