La mayor amenaza, a fecha de hoy, sobre los peces criados mediante acuicultura son los virus. Conllevan la muerte de una gran cantidad de ejemplares y no existen todavía agentes antivirágicos específicos, afirmó esta semana el catedrático de Microbiología de la Universidad de Málaga (UMA), Juan José Borrego, en el curso organizado por este centro universitario en Vélez-Málaga sobre la crianza de pescado en granjas.
''Está comprobado que son enfermedades que no se transmiten al ser humano, aunque suponen una pérdida económica y de tiempo muy importante para el acuicultor'', aseguró este experto, quien apostó por la puesta en marcha de un plan de choque, a escala nacional o andaluza, para controlar las virosis. ''Muchos acuicultores no quieren realizar chequeos para saber si su producción tiene o no alguno de los cinco virus característicos de la costa andaluza'', indicó el catedrático, para señalar después que existen medidas fáciles para evitar la mortalidad de los peces.
Borrego detalló que el sistema inmune de los peces está condicionado por el estrés, la salinidad, la manipulación y el cultivo en el que se crían, por lo que existe el riesgo de que se vuelvan más vulnerables a las infecciones y las bacterias. ''Hay que estudiar el equilibrio, ya que las condiciones óptimas que garantizan el bienestar del pez están en antítesis con el sistema productivo'', precisó el catedrático. A su entender, no es rentable para el acuicultor tener una superpoblación con un alto índice de mortalidad.
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