Baleares lidera en la actualidad un proyecto europeo de salud pública que ''enseña'' a los países de la Unión Europea a ''reformular sus alimentos y comidas preparadas para hacer frente a la obesidad'', a través de una herramienta ''on-line'' de reformulación nutricional, que sirve, según informó la Conselleria de Salud, a través de un comunicado, para ''mejorar nutricionalmente los platos y los alimentos'', al tiempo que ayuda, de una manera sencilla, a reducir la aportación de ácidos grasos saturados, azúcares libres y sodio.
De esta forma, responsables de seguridad alimentaria y nutrición de la Dirección General de Salud Pública del departamento dirigido por el consejero Vicenç Thomàs, en colaboración con el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de las Islas Baleares, presentaron el 25 de septiembre esta herramienta que ''permitirá a las empresas de la cadena alimentaria y del sector de la restauración introducir el valor de la salud como un valor añadido de su producto o servicio'', así como un ''plus de competitividad en el mercado de la alimentación saludable, en una economía cada vez más exigente''. De esta forma, los expertos asistentes a esta presentación aprendieron a manejar esta herramienta para poder transmitir los conocimientos adquiridos, tanto a los socios europeos como a los alumnos de la Escuela de Hostelería de la UIB, futuros profesionales del sector de la restauración, y al personal del Hospital Son Dureta.
El ''Food Pro-fit'' es un proyecto europeo que ''espera poder contribuir a la prevención de la obesidad y la sobrecarga, así como promover la innovación alimentaria en la estrategia comercial de los productores de comidas preparadas, con el objetivo de ofrecer productos más sanos y, en consecuencia, influir en los hábitos alimentarios de los consumidores''.
La Dirección General de Salud Pública presentará este proyecto en el Congreso Mundial de Nutrición, que se llevará a término en Bangkok, del 4 al 9 de octubre. Así, la consejería pretende que las pequeñas y medianas empresas ''sean cada vez más conscientes de la importancia de producir alimentos con un alto valor nutricional y de la necesidad que se comprometan a ofrecerlos a los consumidores'' gracias a la introducción de una herramienta de autoevaluación y el fomento de la cultura de la mejora continua.
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