Para los expertos, que se han reunido en León en el marco de las Jornadas sobre Enfermedades Emergentes, algunos factores pueden incidir en el aumento de agentes alérgenos. Uno de ellos es la prolongación de la cadena de conservación en frío, que hace que la leche pase ahora más tiempo a bajas temperaturas que hace unos años. Otro factor al que aluden los fabricantes es la contaminación cruzada en el proceso de producción, al utilizarse una misma línea para elaborar productos con o sin lácteos.
Como medidas por parte de los productores se apuntó a una mayor claridad en la trazabilidad de los productos y a un mayor contacto con los proveedores. En este sentido, recordaron que la normativa europea establece 19 agentes alérgenos que deben indicarse claramente en la etiqueta de los productos del mismo modo que debe advertirse de la posible presencia de trazos lácteos. Además reclamaron más colaboración entre la industria y los centros de investigación para aclarar definitivamente los motivos del aumento de casos de alergia.
En cuanto a los consumidores, se señaló la falta de tiempo para preparar las comidas o el excesivo consumo de alimentos preparados como factores principales. Por último, los especialistas destacaron que la mayoría de los casos remiten con el paso de los años y que este fenómeno no está relacionado directamente con la intolerancia a la lactosa.
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