Una investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) afirma que ''el consumo excesivo de carne de caza puede no ser tan saludable como pudiera parecer'', dada la ''concentración de metales pesados en especies como el ciervo, el jabalí, el conejo o la perdiz'', que superior al de animales criados en explotaciones ganaderas, como la ternera, el cerdo o el pollo.
Según ha informado la UCO en un comunicado recogido por ep, ''si a esa proporción se suma un elevado consumo, como suele ser habitual entre quienes gustan de la carne de caza, el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la acumulación de metales pesados aumenta considerablemente''.
Así lo prueba el estudio realizado por el equipo de investigación del área de ''Metales pesados'' del grupo de investigación de Higiene Bromatológica de la UCO, integrado por los profesores Rafael Moreno Rojas y Manuel Ángel Amaro López y el doctorando y técnico del departamento Jesús Sevillano Morales.
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