La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha certificado que las cantidades de bisfenol A que contienen ciertos envases plásticos de uso alimentario, como los potitos o los biberones, no presentan riesgo para la salud, según el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS).
El bisfenol A se utiliza en la composición de algunos plásticos, como el policarbonato, presente en productos como biberones, vajillas, recipientes de electrodomésticos, dispensadores de agua y las juntas de goma de las tapas de los potitos.
El responsable de la línea de Envase y Embalaje de AIMPLAS, Sergio Giménez, ha explicado que existen diversos estudios que han demostrado la toxicidad de esta sustancia, si bien dicha toxicidad depende de la cantidad que se ingiera.
AIMPLAS es, según las mismas fuentes, un centro de referencia a nivel nacional en el control de esta sustancia, ya que se encarga de garantizar que los envases no sobrepasan los niveles de bisfenol A permitidos y sean seguros.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) ha ratificado la decisión de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria de limitar el uso del bisfenol A, aunque recuerdan que en algunos países como Canadá o Dinamarca han prohibido su uso en artículos para uso infantil, y otros como Francia o Bélgica tienen previsto hacerlo.
En los últimos años la demanda mundial de policarbonato ha aumentado en un 9% anualmente, hasta alcanzar los 3 millones de t en 2009, según AIMPLAS. Además, datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que en España, el pasado año se produjeron más de 200.000 t de esta sustancia, con un valor superior a los 400 millones de euros.
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