Los tres consejos reguladores de aceite de oliva de la provincia de Jaén han calificado de ''muy positiva'' la reciente aprobación por unanimidad por parte de la Comisión de Medio Ambiente y Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados de una proposición no de ley para que la Unión Europea (UE) apruebe una normativa que exija que el aceite de oliva que se consume en las mesas de los restaurantes se guarde en botellas de tapón irrellenable y etiquetadas.
Toma así forma legal la reivindicación esgrimida en los últimos meses por los consejos reguladores jiennenses (Sierra de Segura, Sierra de Cazorla y Sierra Mágina), cuyo objetivo final es apostar por los aceites de oliva de calidad y aportar una mayor información y seguridad a los clientes de los establecimientos hosteleros. Estos clientes podrán conocer si el aceite que consumen es virgen extra o de una calidad inferior, informan los consejos reguladores.
Los responsables de los consejos reguladores agradecen el respaldo recibido a esta iniciativa por parte del Congreso de los Diputados, a los que piden la máxima celeridad para que esta proposición no de ley se refleje lo antes posible en la legislación europea y española. Los tres consejos reguladores creen que España, como el mayor productor de aceite de oliva del mundo, debe afianzar este liderazgo no solo en producción, sino también en consumo y cultura, por lo que consideran que sería beneficioso que este punto se introdujera antes en la normativa española.
Los consejos reguladores indican que continuarán con su tarea para sumar a esta iniciativa a los propios establecimientos hosteleros, para quienes puede resultar positivo dar a conocer a sus clientes que el aceite que consumen es un producto de calidad. Además, se muestran satisfechos de que ya hayan expresado su apoyo a esta iniciativa instituciones como la Diputación Provincial de Jaén, la Asociación Española de Municipios del Olivo (Aemo), la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) y Asaja.
Los representantes de los consejos piden que el aceite de oliva tenga un tratamiento similar al que reciben el agua o el vino, que se presente en una botella etiquetada y con tapón no rellenable para que el cliente pueda conocer todas sus propiedades y procedencia. Las denominaciones afirman que la finalidad es favorecer la introducción de la denominada ''Cultura del Aceite'' en toda España.
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