Mejorar la salud y prevenir enfermedades. Son los principales objetivos de la alimentación funcional y el reto de las principales tendencias en el sector de la biotecnología alimentaria. Desarrollar nutrientes con respuesta inmune: Es la llamada ''inmunonutrición'' y es donde ainia está desarrollando productos diferenciados, a partir de compuestos de microalgas.
INMUGAL, así se llama proyecto de ainia, busca reforzar el sistema inmunológico para paliar ciertas carencias y desórdenes fisiológicos, a partir de una alimentación funcional específica. La bioproducción y evaluación de la bioactividad de compuestos procedentes de microalgas es la base para el desarrollo de nuevos formatos alimentarios.
¿Cuál es el procedimiento para obtener alimentos funcionales? Las posibilidades son variadas: técnicas de suplementación, enriquecimiento, modificación o formulación de productos... El factor clave es desarrollar el procedimiento que garantice que los ingredientes estén activos biológicamente a nivel gastrointestinal. Si no se procura una adecuada absorción desaparecerán los efectos beneficiosos para la salud.
Salsas, chocolates…y microalgas
Los alimentos con componentes de microalgas son ya una realidad. La repostería de chocolate, las salsas o los snacks se han incorporado ya a este mercado, aunque su comercialización se ha concentrado en países asiáticos. Corea del Sur y Japón encabezan la innovación alimentaria. Sin embargo, en el mercado europeo, todavía no hay productos equiparables, lo cual supone una oportunidad de innovación y relevancia para ainia.
La biotecnología ha sabido detectar esta tendencia a tiempo. Prueba de ello es el proyecto INMUGAL, subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), a través del programa PROFIT de Centros Tecnológicos para la Investigación Aplicada y Programada de Proyectos de Desarrollo Experimental, cuenta con un presupuesto de 1.5 millones de euros y tiene una duración de dos años.
ainia centro tecnológico lidera este proyecto, que cuenta además con la participación de los centros tecnológicos vascos Azti Tecnalia y la Fundación Leia y el centro Inbiotec de Castilla y León. La intención de realizar un trabajo de investigación conjunto tiene como objeto estratégico la aplicación y el desarrollo de los conocimientos y la tecnología más avanzada de cada uno de los centros en una línea común, que permita avanzar en la obtención de compuestos activos potenciales, CAVA (Compuestos Activos de Alto Valor Añadido) para su aplicación en alimentación.
Protagonistas de una revolución alimentaria
Los técnicos de ainia ya han avanzado en las especificaciones sobre la composición química y nutricional de estas microalgas. Dos especies destacan por su destacado contenido en compuestos bioactivos. Son la Spirulina y la Chlorella y ambas son seleccionadas para el desarrollo de productos alimentarios. Isochrysis es más desconocida dentro de la industria agroalimentaria, pero con destacada potencialidad funcional derivada de su capacidad para producir ácidos grasos poliinsaturados DHA.
* La Spirulina posee una notable concentración de nutrientes de interés para la salud. Es rica en minerales y vitaminas, excelente fuente de proteínas de alta calidad y baja toxicidad. También aporta ácidos grasos esenciales y proporciona una amplia gama de minerales en forma natural, fácilmente absorbidos por el organismo. Pero, sobre todo, destaca como fuente de hierro, que se absorbe mejor que el que se encuentra en los productos vegetales y en la mayor parte de las carnes.
* La chlorella es un alimento con una alta concentración de nutrientes. Contiene aproximadamente un 60% de proteínas, 18 aminoácidos (incluidos todos los aminoácidos esenciales), vitaminas y minerales.
* La Isochrysis es una microalga marina ampliamente utilizada hasta la fecha en la industria acuícola para alimentación marina por su elevado contenido ácidos grasos poliinsaturados esenciales.
Sin duda, estas microalgas son protagonistas de una nueva revolución alimentaria al servicio de la salud, implementada ya en países orientales, y con un notable potencial por su aplicación en sectores tan variados como la bioenergía, alimentación, farmacia o biomedicina.
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