El Vaticano expresó su postura en un informe sobre plantas transgénicas para la seguridad alimentaria, que será publicado en la revista científica «New Bioctechnology», del que publicó ayer un adelanto la prensa italiana.
«No hay nada de intrínseco en el uso de la ingeniería genética para mejorar los cultivos. ¿Qué harían peligrosas las plantas y los productos alimentarios de ellas derivados?», señala el informe, al que se llegó tras la semana de estudios celebrada en mayo del año pasado por la Academia Pontificia de las Ciencias, con sede en la Ciudad del Vaticano.
Firmantes
El informe está firmado por 40 expertos, entre ellos 7 miembros del organismo vaticano, y señala que 1.000 millones de personas, de los 6.800 millones que conforman la población mundial, están desnutridas, lo que exige el desarrollo urgente de nuevos sistemas de tecnologías agrícolas.
El estudio agrega que esos nuevos sistemas de tecnologías agrícolas son más urgentes que nunca, si se tiene en cuenta que la población mundial aumentará en 2.000/2.500 millones de personas en 2050, y que el cambio climático y la reducción de los recursos de agua para la agricultura repercutirán en la capacidad de alimentar a la población.
Los expertos señalaron que la aplicación apropiada de la ingeniería genética y de otras modernas técnicas moleculares contribuye a afrontar esos desafíos.
También señalan que es necesario que los agricultores pobres de los países en vías de desarrollo puedan acceder a variedades mejoradas de cultivos genéticamente modificados adaptados a las condiciones locales.
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