El aumento de peso en mujeres se relaciona con dietas muy energéticas, el consumo de grasas saturadas y grasas ''trans''. Es la principal conclusión de un estudio prospectivo realizado durante ocho años con 50.000 mujeres norteamericanas por la investigadora y profesora de la Universidad de Navarra (UNAV) Maira Bes-Rastrollo, el profesor Rob Van Dam de la Universidad de Singapur, los docentes de la Universidad de Harvard Tricia Li, Laura Sampson y Frank Hu y el catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez-González.
El trabajo tenía como objetivo estudiar la relación entre la densidad energética de la dieta y la ganancia de peso en mujeres, explicó la UNAV. Según la principal autora del trabajo, Maira Bes-Rastrollo, los resultados mostraron de forma clara que un patrón de dieta con muchas calorías, grasas saturadas (procedentes de carnes, embutidos, comida rápida y mantequilla), grasas tipo ''trans'' (presentes en bollería industrial, algunas galletas y comida rápida), hidratos de carbono refinados (abundantes en dulces, arroz y pan blanco) y refrescos azucarados son fuertes predictores de mayor ganancia de peso.
Además, los investigadores hallaron que el consumo de verduras y frutas prevenía frente a este problema, ''lo que vuelve a indicarnos las bondades de las dietas ricas en estos alimentos'', puntualizó Bes-Rastrollo. Las voluntarias que participaron en el estudio variaron de peso en función de la cantidad de comidas individuales y bebidas energéticas ingeridas. Sin embargo, Bes-Rastrollo precisó que ''las recomendaciones de salud pública no advierten de este matiz y no indican los valores energéticos de raciones individuales de comida y bebida''.
Esta investigación ha logrado el premio anual al mejor artículo original de Epidemiología y/o Salud Pública concedido por el Grupo EJE (Grupo Español de Jóvenes Epidemiólogos). También se ha publicado en la revista ''American Journal of Clinical Nutrition''.
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