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ESPAÑA

Leche infantil

Leches infantiles y potitos de última generación

La principal novedad de estos preparados se centra en la incorporación de sustancias que potencian la inmunidad, mejoran el sueño o favorecen el desarrollo neuronal del bebé.

02/07/2010 Consumer.es eroski

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La complejidad de nutrientes y demás compuestos biológicos que constituyen la leche humana y el vínculo personal y único que se establece entre el bebé y la mamá durante el amamantamiento hacen a la leche materna insustituible e inimitable. Pese a todo, la industria farmacéutica y la alimentaria unen sus esfuerzos para desarrollar fórmulas lácteas con un perfil en su composición lo más parecido a ésta. Una vez conseguida la emulación de contenido en nutrientes elementales como hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, el objetivo es añadir compuestos que se sabe que contiene la leche materna y desempeñan roles determinantes en el crecimiento y desarrollo físico, mental y emocional del bebé. La innovación en las formulaciones se comienza a aplicar también en los potitos infantiles , que forman parte de la alimentación de muchos niños que inician el destete. Se trata de sustancias que potencian la inmunidad, mejoran el sueño o favorecen el desarrollo neuronal del bebé, entre otras.

Nutrientes que mejoran las defensas

Las fórmulas que se anuncian como mejoradas y que dicen diferenciarse en composición y propiedades al resto son las que incluyen nuevos ingredientes como prebióticos, probióticos , ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y beta-palmitato. Se añaden prebióticos como la inulina y los fructooligosacáridos (FOS) a las fórmulas infantiles de inicio y continuación, por la capacidad que tienen estos compuestos de potenciar el desarrollo de la flora intestinal beneficiosa, en concreto, las bifidobacterias, que conforman parte de las defensas del bebé.

De un tiempo a esta parte, algunas marcas incorporan compuestos novedosos como nucleótidos y lactoferrina. La leche humana tiene una alta concentración de nucleótidos, ausentes en las fórmulas infantiles no suplementadas. Su concentración varía a lo largo de la lactancia, con una mayor concentración al inicio de la misma, que se explica por su evidente efecto en el sistema inmunológico al estimular la inmunidad humoral (principal mecanismo de defensa contra los microorganismos extracelulares y sus toxinas) y celular (mecanismo defensivo contra las propias células del organismo que estén dañadas o enfermas o los microbios que producen desde una infección hasta un tumor. Además, los nucleótidos influyen en la composición de la flora intestinal como protección contra las diarreas y favorecen el crecimiento y maduración de las células de la mucosa intestinal.

Por su parte, la lactoferrina es una proteína quelante del hierro incluida en la leche humana y que aporta hierro al lactante. Parte de esta proteína llega intacta al intestino grueso donde inhibe el crecimiento de bacterias patógenas como la E. Coli, ya que compite con ellas por el hierro férrico.

La finalidad de la adición a las fórmulas infantiles de dichos compuestos es la de estimular las defensas del bebé.

Nucleótidos y sueño

El posible papel de los nucleótidos de la leche humana como inductores del sueño se ha analizado en distintas publicaciones. Se añaden estas sustancias junto al triptófano para crear las llamadas leches infantiles disociadas ''día y noche''. Se trata de fórmulas, que por su diferente composición, se administran en distintos momentos, por el día o por la noche, con el fin de mejorar los ritmos biológicos de los lactantes.

Investigadores del Departamento de Fisiología de la Universidad de Extremadura (Badajoz, España) han experimentado tanto con leches infantiles como con los cereales utilizados para elaborar las papillas infantiles. En el experimento comprobaron cómo la administración de los cereales enriquecidos, con independencia de que se mezclaran con leches disociadas o normales, mejoró el sueño de los niños que tenían dificultad para dormir durante la noche. El efecto positivo quedó registrado por diversos parámetros como el mayor tiempo en la cama, una superior latencia del sueño y una mayor inmovilidad. Estos resultados confirman que el ritmo de sueño y vigilia puede ser influenciado por la dieta.

LACTANCIA MATERNA Y TABACO

Muchas mujeres fumadoras reducen drásticamente el consumo de tabaco o lo eliminan por completo durante el embarazo, pero luego vuelven a sus hábitos anteriores desde las primeras semanas de lactancia. Algunas investigaciones han pretendido demostrar hasta qué punto fumar cigarrillos durante la lactancia influye en la alimentación y el sueño de los bebés. Los datos sobre la frecuencia del amamantamiento informan de que las mujeres fumadoras dan pecho durante menos tiempo que las que no fuman, pese a la recomendación oficial de procurar lactancia materna al menos los seis primeros meses de vida.

Las explicaciones son varias. Una de ellas es que fumar diez o más cigarrillos diarios afecta de forma negativa al proceso de lactancia porque disminuye la producción de leche y altera su composición. En otros casos, las madres asociaron ciertas molestias de los bebés como más lloros y cólicos con el fumar, y eso fue lo que motivó el destete temprano. Los estudios también asocian el hábito tabáquico de las madres con una alteración del patrón de sueño y una peor calidad del mismo en los bebés. De hecho, las investigaciones que han analizado este aspecto, han revelado que el sueño de los bebés mejora de forma sustancial durante el periodo de abstinencia de fumar. Por otro lado, contrario a lo que puede parecer, en la mayoría de los análisis no se han hallado diferencias significativas en la ingesta de leche materna por parte de los bebés, a pesar de los cambios en el gusto de la leche que se puede pensar que da el tabaco.

La preocupación para muchas madres de que fumar perturba el sueño de los bebés y que estos ingieren por la leche dosis de nicotina, con el perjuicio que este tóxico supone para la salud, puede ser motivo suficiente para que se abstengan de fumar tanto en el embarazo como durante la lactancia.

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